- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió en una llamada a las automotrices que no subieran los precios debido a los aranceles del 25% a las importaciones.
- Las empresas dicen que deberán aumentar a pesar de la advertencia.
- Trump justificó los aranceles argumentando que beneficiarían a la industria al traer manufactura a EE.UU.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, lanzó una advertencia a los principales ejecutivos de la industria automotriz de ese país: no deben incrementar los precios de los vehículos como consecuencia de los nuevos aranceles impuestos a las importaciones.
La directiva, transmitida en una llamada telefónica según publica este viernes el Wall Street Journal, está generando inquietud entre los CEO del sector, quienes temen posibles represalias si deciden aumentar los precios para los consumidores debido a la suba de sus costos.
Tensión entre la Casa Blanca y la industria automotriz
Durante la conversación, siempre de acuerdo con el medio estadounidense, Trump comunicó a los directivos que la Casa Blanca vería con desagrado cualquier intento de trasladar el costo de los aranceles a los compradores.
En contrapartida, les instó a estar agradecidos por la eliminación de la estrategia sobre vehículos eléctricos del presidente Joe Biden, una política que incluía subsidios y requisitos de emisiones para fomentar la producción de EVs.
Trump argumentó que los aranceles resultarían beneficiosos para la industria, ya que impulsarían el regreso de la manufactura a Estados Unidos y, en su opinión, serían más favorables que las políticas de administraciones anteriores.
Según una de las fuentes presentes en la llamada, Trump incluso calificó los aranceles como “grandiosos”.
Trump quiere reconfigurar la economía de EEUU
La advertencia presidencial se produjo poco antes del anuncio oficial, realizado el miércoles, de la imposición de un arancel del 25% a todos los vehículos y autopartes importados, efectivo a partir del lunes 2 de abril.
Esta medida tiene una alta probabilidad de obligar a los fabricantes de automóviles estadounidenses a elevar los precios para los clientes, dado que la mayoría de ellos dependen de componentes y materiales provenientes de otros países, incluso para los vehículos ensamblados en ese territorio.
En la conversación, Trump sostuvo que los precios deberían bajar debido a que se incentivaría a las empresas y a otros países a invertir y producir en Estados Unidos.
La relación entre Trump y las empresas automotrices es turbulenta desde su llegada al poder, lo que ilustra una de las dificultades que enfrenta su ortodoxia económica.
Trump busca frenar la inflación –una preocupación por el costo de vida que impulsó su victoria en 2024 y que ahora representa una de sus principales debilidades, según los expertos– al mismo tiempo que impone aranceles a industrias como la automotriz, con la meta de reconfigurar el orden comercial de Estados Unidos.
¿Aumentará el precio de los autos?
Las empresas automotrices de Detroit y sus proveedores han dicho claramente que la única alternativa viable ante los aranceles es el aumento de precios.
El traslado de un mayor número de fábricas a Estados Unidos, un principio fundamental de la estrategia arancelaria de Trump, es un proceso que puede llevar años.
En el corto plazo, los aranceles, en cualquier nivel, no pueden compensarse ni absorberse, dicen los analistas.
Por el momento, los concesionarios tienen stock de vehículos nuevos suficiente como para dos o tres meses, lo que significa que el impacto de los aranceles podría no sentirse de inmediato.
Los analistas de Morgan Stanley sugieren que los precios de los vehículos podrían aumentar entre un 11% y un 12% para compensar los aranceles.
Ahora lee:
Ubisoft se dispara en la bolsa tras la venta del 25% a Tencent
Aranceles de Trump: caen acciones de grandes automotrices de Europa, Japón, Corea y China
Schweppes lanza campaña “Misión a Marte” inspirada en “2001: Odisea del Espacio”