• Trudeau ha apuntado en varias ocasiones que mucho personal de enfermería de Canadá labora en el sistema de salud de EEUU

• La Patriot Act estadounidense obliga a las compañías del país a enfocar sus esfuerzos productivos solo para el bien nacional

• Si bien la Casa Blanca intenta limitar los envíos de 3M por la COVID-19, la marca se ha rehusado por “razones humanitarias”

La crisis de COVID-19 representa un sinfín de retos a las naciones infectadas en más de una dimensión. En términos económicos, podría provocar una recesión global como no se ha visto en más de una década. También hay varios retos médicos y clínicos, desde la atención para las personas enfermas hasta el desarrollo de tratamientos y vacunas diseñadas en específico para este patógeno. Pero existe además un enorme desafío en el buen abasto de suministros.

Y ya empiezan a notarse ciertas grietas entre los países en este reto específico. De acuerdo con The Independent, el presidente de los Estados Unidos (EEUU), Donald Trump, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, tuvieron una pelea. El ex-magnate impidió a la marca 3M hacer un envío de cubrebocas a su vecino del norte. Esto, con una ley de la Guerra de Corea para asegurar que las marcas estadounidenses enfoquen sus ventas solo a su país de origen.

Esta ley también podría ser utilizada para limitar los envíos de ventiladores, uno de los equipos más importantes en el combate de COVID-19, tanto a Canadá como a América Latina. En un inicio, se informó que Trudeau podría tomar represalias contra EEUU si sigue limitando envíos de esta naturaleza. Pero en una conferencia de prensa hace minutos, el primer ministro dijo que se continúa el diálogo con Trump y se espera que el flujo de productos médicos persista.

¿Qué significa para la crisis de COVID-19 en México?

Tanto cubrebocas como ventiladores y hasta gel antibacterial están probando ser muy difíciles de producir en cantidad suficiente para atender la enorme demanda internacional. Hace unos días que Apple encontró y donó 10 millones de mascarillas a instituciones de salud en EEUU y Europa. En México, Grupo Modelo se ha enfocado en la producción de gel antibacterial. Ya se han registrado también muchos otros casos de marcas que están reconfigurando sus fábricas.

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El conflicto de Canadá y EEUU, por más que parezca una rencilla entre dos naciones, tendría un efecto importante también en la crisis de COVID-19 que está afectando a México. Y es que, así como ambos países norteamericanos tienen un gran intercambio de suministros y servicios médicos, existe la misma relación entre la República Mexicana y la Unión Americana. Si Trump cree que su epidemia sigue empeorando, podría ejecutar sin piedad estas peligrosas medidas.

Así pues, tal vez México debería considerar un escenario en donde EEUU pueda ser su mayor aliado en el suministro de recursos médicos para el combate de la COVID-19. Las autoridades del país tienen que empezar a considerar alianzas con otras naciones, tal vez en Asia donde ya está empezando a detenerse la crisis, para asegurar un abasto adecuado. Por supuesto, hay una posibilidad que el pensamiento de Trump cambie. Pero es una apuesta muy arriesgada.

La difícil situación de la pandemia

Ahora con la crisis de la COVID-19 a una escala internacional, el número de casos, muertos y desafíos graves parece escalar a un nivel más alto que nunca. En México, varias compañías en el sector cervecero debieron cerrar operaciones para ajustarse a las medidas de protección. Y en EEUU, el número de suspensiones y despidos está provocando la peor crisis de desempleo en varios años. A eso se tiene que sumar la aterradora cifra de más de un millón de enfermos.

Y la cuestión de los suministros médicos para la COVID-19 no solo es un desafío en el bloque de América del Norte. De acuerdo con las Naciones Unidas, es imperativo incrementar el nivel de productividad de las compañías que se encargan de manufacturar estos bienes. CNN dice que en Australia se están imponiendo graves multas y amonestaciones por la venta ilegal de estos recursos. Y LiveScience asegura que varios proyectos open-source serían la solución.