La guerra comercial entre Estados Unidos y China continúa la escalada ascendente que se inició a comienzos de año. La última novedad: el país de Donald Trump impondrá aranceles por el valor de US$ 200.000 millones a los productos importados desde el gigante asiático.
Según dio a conocer la administración Trump, será un arancel del 10% que comenzará a regir a finales de septiembre y que se elevará hasta el 25% a fines de año.
Estas tarifas son adicionales a las sanciones promovidas a principios de 2018 por valor de US$ 50.000 millones. En conjunto, significa que aproximadamente la mitad de las exportaciones de China a los Estados Unidos cada año se verán afectados por los aranceles.
En julio, la administración Trump publicó una lista de miles de productos que estarían sujetos a sanciones comerciales. De esa lista, se eliminaron más de 300 productos, entre los que estaban relojes inteligentes, dispositivos de salud y seguridad y parques infantiles.
En los últimos meses, Washington y Beijing estuvieron trabajando para reiniciar las negociaciones comerciales. Sin embargo, esta decisión de Trump amenaza con echar todo el avance diplomático por la borda.
“China tuvo muchas oportunidades para resolver nuestras preocupaciones. Una vez más, insto a los líderes de China a tomar medidas rápidas para poner fin a las prácticas comerciales desleales de su país”, dijo Trump en un comunicado emitido este lunes por la Casa Blanca.
Y hay más: amenazó con aplicar mayores sanciones económicas en forma de aranceles adicionales si Pekín toma cualquier medida de represalia.
“Estamos listos para negociar con China en cualquier momento, si están dispuestos a entablar conversaciones serias”, dijo Larry Kudlow, asesor económico de la Casa Blanca, el lunes por la mañana, antes de que se conociera el comunicado de la Casa Blanca.
“Quieren hacer un trato”, dijo Trump. “Pero desde nuestro punto de vista, tiene que ser justo. Tiene que cuidar a nuestros trabajadores”, agregó.
Los aranceles están destinados a castigar a China por supuestas prácticas comerciales desleales, incluido el robo de propiedad intelectual. China acusó a Estados Unidos de hostigamiento comercial y, hasta ahora, ha respondido dólar por dólar con aranceles propios equivalentes a los impuestos por la mayor potencia mundial.
La nueva ronda de aranceles estadounidenses entrará en vigencia el 24 de septiembre.
Pedidos
En distintas audiencias con funcionarios gubernamentales, decenas de empresas estadounidenses pidieron ser eximidas de aranceles. En una carta al representante comercial de Estados Unidos, Dell, Cisco, Juniper Networks y Hewlett Packard Enterprise dijeron que las tarifas podrían hacerles perder ganancias y provocar pérdidas de empleos en el país de Trump.
Lo que más les preocupa son los router y las placas de red, productos que importan desde China y que no están en la lista de productos eximidos.
Para tener una idea de la magnitud, hay que decir que las importaciones estadounidenses desde China el año pasado llegaron a los US$ 505.000 millones.
