El mercado político ha intensificado su apuesta por los recursos digitales en últimas fechas, lo que ha representado mayor inversión en recursos como las redes sociales, canales que han definido una comunicación de interacción directa con las audiencias.
Desde esta interacción, las acciones políticas digitales se han decidido por fortalecer tendencias que han exhibido marcas personales vulnerables o por el contrario, ha promovido a marcas al frente de campañas ganadoras o estrategias sociales de impacto, en el que se han fortalecido personalidades y organismos políticos que han revolucionado su manera de medir resultados, implementar programas y generar interacción de calidad con apoyo de los recursos digitales.
En medio de este escenario, llama la atención el incidente protagonizado por Donald Trump, luego de que en medio de un discurso que ofrecía en la Casa Blanca, lo interrumpió para beber agua Fiji, generando todo tipo de críticas y conversación social sobre la marca, pues el hecho recordó su crítica al senador Marco Rubio, cuando este daba su respuesta al discurso del Estado en 2013, donde dio una pausa para beber agua.
Los números detrás del mercado político
El marketing político digital se convirtió en una gran área de estudio con resultados virales en un importante número de campañas desempeñadas, además de una efectiva comunicación directa con las audiencias, al permitirles interactuar directamente con los gobernantes y los candidatos.
Este 2017 el ánimo político en México ha levantado un nuevo aire de promoción de la cultura democrática, de cara a las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo en 2018, por lo que será importante ver qué tendencias estarán predominando este año, luego de que en 2016 el mercado político internacional se reestructuró con base en el triunfo de Donald Trump en la elecciones a presidente de Estados Unidos.
Aspecto de las reacciones ante la acción de Trump:
— Risco (@jrisco) 15 de noviembre de 2017
For context, the imported Fiji Water Trump drank at his press conference cost about 6000 times more than the cost of high-quality tap water. Which, BTW, Trump's EPA is trying to ruin. pic.twitter.com/QAN5T46vBk
— Peter Gleick (@PeterGleick) 15 de noviembre de 2017
Trump drinks FIJI Water while decrying trade deficits. pic.twitter.com/hjO34kKGmx
— Steven Dennis (@StevenTDennis) 15 de noviembre de 2017