Durante este viernes, en contacto con los medios de comunicación, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que el país que lidera ha terminado su relación con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La confirmación de esta decisión llegar horas después de que el mandatario acusara a la organización de haber destinado mal la emergencia sanitaria deriva por el brote de COVID-19, por presuntamente creer en excesos de los datos e información aportadas por China.

Lo dicho por el presidente

De manera puntual, Trump expresó a pesar de ciertos acercamientos con el organismo para mordicar sus paramentos en medio de la crisis, la OMS simplemente “ se ha negado a actuar”.

“Hemos detallado las reformas que debía realizar el organismo y nos hemos comprometido directamente con ellos, pero se han negado a actuar. Debido a que no han realizado las reformas solicitadas y muy necesarias, hoy terminaremos nuestra relación con la Organización Mundial de la Salud y las redirigiremos fondos para otras necesidades mundiales y urgentes de salud pública mundial. El mundo necesita respuestas de China sobre el virus. Debemos tener transparencia”, afirmó el presidente de la Unión Americana.

Cabe destacar que como antecedente a mediados de abril, de acuerdo con The Independent, en una conferencia de prensa Donald Trump hacia responsable a la OMS de la gravedad de la pandemia en Estados Unidos y a escala global. El presidente señaló que la organización no “obtuvo, verificó y repartió la información [sobre la COVID-19] en el momento adecuado”. Asimismo, dijo que la institución falló en su misión más básica y que debe de ser reprendida. También reprendió su presunto encubrimiento de las acciones chinas.

Las consecuencias

Aunque no se dieron más detalles sobre esta ruptura, la salida de Estados Unidos supone la suspensión permanente de la contribución del país a la organización, misma que desde abril pasado se mantenía congelada,

Se estima que con esta decisión la OMS dejará de recibir entre 400 y 500 millones de dólares anuales, lo que equivale aproximadamente a un 15 por ciento del presupuesto total del organismo.

El movimiento de retirar los fondos a la OMS no es más que un instrumento político para que la Organización se someta a los deseos de Estados Unidos y sirva de chivo expiatorio ante la COVID-19. A nivel político, es un movimiento que hiere aún más la imagen de la Unión Americana como un líder ejemplar en el panorama político. Y por desgracia para Trump, abre la puerta para que otras naciones (desde China y Rusia hasta Canadá o Alemania) tomen la batuta que dejó caer.

Guerra comercial sale a relucir

La mención de China como parte de los argumento de Trump para romper relaciones con OMS obliga de manera directa a pensar en la guerra comercial que ahora mismo viven la Unión Americana y el país asiático, en donde dos marcas salen perdiendo.

Si a nivel país la guerra comercial de Estados Unidos y China puede tener consecuencias devastadoras, a nivel marca el panorama es todavía más interesante. Como ya es usual, Huawei y Apple son las tecnológicas que más tienen que perder de forma inmediata, siempre en la mira tanto de  Pekín como de Washington D.C. A la vez, hasta Samsung está en una posición algo incómoda para el largo plazo. Otras empresas asiáticas, como Luckin Coffee, también estarían en riesgo.

Lo más interesante de esta nueva encarnación de la guerra comercial es que está ocurriendo en medio de una crisis económica sin precedentes, causada por la pandemia de COVID-19. De acuerdo con CNBC, el mismo manejo de este reto sanitario causó el más reciente capítulo del conflicto. Foreign Poicy reafirma que es parte de la actuación de Trump para su reelección. y el SCMP cree que podría llevar a que los lazos entre China y el resto del mundo se esfumen.