El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, anuncio este jueves que la Unión America impondrá medidas arancelarias al acero y aluminio procedente de México, Canadá y la Unión Europea. La carga impositiva será de 25 por ciento para el acero y de 10 por ciento para el aluminio y se espera que entre en vigor a partir de esta medianoche.
EL representante de comercio de la Casa Blanca precisó que la decisión de imponer aranceles para México y Canadá fue tomada luego de la extensión de las conversaciones sobre la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
El anuncio se ha reflejado rápidamente en la valoración del peso frente al dólar, en donde la moneda nacional registró pérdidas considerables. En su cotización interbancaria el dólar llegó a los 20.14 pesos por unidad, lo que equivale a un retroceso de 1.4 por ciento. Esta caída representa es la mayor desde abril pasado.
La respuesta por parte de las autoridades mexicanas, llegó casi de inmediato. La Secretaría e Economía anunció que se tomarán medidas similares para agravar una serie de productos procedentes de Estados Unidos, entre los que destacan aceros planos (lamina caliente y fría, incluidos recubiertos y tubos diversos), lámparas, piernas y paletas de puerco, embutidos y preparaciones alimenticias, manzanas, uvas, arándanos y diversos quesos, entre otros.
En un comunicado, la dependencia indicó que dichas cargas impositivas serán “hasta por un monto equiparable al nivel de la afectación…Y la medida estará vigente hasta en tanto el gobierno estadounidense no elimine los aranceles impuestos”.
Impacto para las marcas y el consumidor final
Cuando el problema se lee desde la óptica del consumidor final, se prevé que los precios de los productos se eleven para absorber el posible nuevo impuesto, en donde las industrias automotriz y aeroespacial así como la de electrodomésticos serán de las más afectadas.
De igual manera, tanto para consumidores mexicanos como estadounidense, algunos productos de consumo habitual se verán afectados.
Desde la cerveza y refrescos hasta alimentos enlatados, dulces y algunos productos farmacéuticos tendrán que incrementar sus costos debido a que muchos de los mismos utilizan envases de aluminio.
En este sentido, es importante mencionar que de acuerdo con Bloomberg, los empaques y envases representan el 18 por ciento del consumo de aluminio en el mercado estadounidense.
De esta manera, marcas como Coca-Cola, Bud Light, Campbell’s , Mars y Hershey, sólo por mencionar algunas podrían incrementar sus costos al consumidor.
La industria automotriz también se vería afectada. El impuesto sobre aluminio tendría un impacto en la generación de empleos así como en los precios de los automóviles tanto en México como en Estados Unidos sólo para tomarlos como referencia.
El incremento de las tarifas presupuestales al aluminio durante la administración de Bush en 2002, cobró 200 mil empleos, de los cuales 30 mil respondieron a Michigan, Ohio y Pennsylvania, únicamente.
Al mismo tiempo es importante mencionar que según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) durante el año pasado, de todos los vehículos nuevos ligeros vendidos en México, 18 por ciento provino de Estados Unidos y Canadá, de manera conjunta.
Estos son algunos de los efectos que se pueden leer a primera vista, por lo que habría que esperar para conocer la postura que tomarán las empresas afectadas; de esto dependerá mucho la manera en la que esto impacte al consumidor final y al consumo doméstico.