Donald Trump amenazó a funcionarios europeos este jueves con detener las ventas de automóviles alemanes en su país, si las marcas no invierten en suelo estadounidense, según informa el diario Der Spiegel.
Durante una reunión con funcionarios europeos en Bruselas, Trump dijo que iba a prohibir la venta de “millones de vehículos”, calificando a los alemanes de ser “muy malos”, debido a que venden muchos vehículos en Estados Unidos, sin que los beneficios se vean reflejados en el país.
Recordemos que en enero se marcó un antecedente, cuando el mandatario estadounidense arremetió con las empresas automotrices e imponer un impuesto de importación del 35 por ciento en los vehículos alemanes que entraran a Estados Unidos.
BMW tiene una planta en Spartanburg, Carolina del Sur, donde fabrica sus modelos X3, X4, X5 y X6. Aproximadamente el 65 por ciento de los vehículos producidos en ese complejo se exporta al extranjero, según datos de la agencia Reuters.
Volkswagen tiene una planta en Chattanooga, Tennessee y Mercedes-Benz tiene una en Tuscaloosa, Alabama.
La revista Consumer Reports (CR) reveló en marzo su lista de las 31 marcas con automóviles más confiables en Estados Unidos, en la cual los tres primeros puestos están ocupados por fabricantes alemanes premium: Audi, Porsche y BMW.
CR señaló que Audi obtuvo por segundo año consecutivo el primer lugar de la clasificación al obtener 81 puntos, frente a los 78 de Porsche y los 77 de BMW. Tanto Audi como Porsche pertenecen al Grupo Volkswagen (VW); sin embargo, la propia marca Volkswagen si sitúa bastante bajo en el listado, en el puesto 23.
Tras las tres marcas alemanas se situaron las japonesas Lexus (77 puntos) y Subaru (74 puntos). Lexus es la división premium de Toyota.
Donald Trump también fijó una línea dura contra México, exhibiéndolo como el destino al cual se estaban yendo las fuentes de empleo que se perdían en Estados Unidos.
La cercanía, que durante años jugó a favor de México para atraer inversiones automotrices, ahora es la causa de que el país se haya vuelto flanco de los ataques del presidente, por encima de otros países como China, India, República Checa o Brasil, que también han recibido millones de dólares de automotrices estadounidenses y de sus proveedores.
El mandatario estadounidense prometió en campaña impondría un alto impuesto sobre los vehículos fabricados en México que entraran a Estados Unidos y que retornaría las plantas y empleos a su país. Son promesas que, según los especialistas y miembros de la industria, difícilmente podrá cumplir.