- Trump amenaza con aranceles del 200% al alcohol francés y de la UE por impuestos europeos al whisky estadounidense.
- Se teme que los nuevos aranceles eleven precios, generen represalias y dañen el comercio global.
- ¿Cómo afectó a Estados Unidos la guerra de aranceles en la primera presidencia de Trump?
Es la gran novedad arancelaria de este jueves 13 de marzo (todos los días hay una desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca): el magnate anunció su intención de imponer un arancel del 200% a las bebidas alcohólicas provenientes de Francia y otras naciones europeas.
La medida se presenta como una respuesta directa a la decisión de la Unión Europea de establecer un impuesto a la importación de whisky estadounidense.
A través de su plataforma Truth Social, el mandatario estadounidense calificó a la Unión Europea como una de las autoridades fiscales y arancelarias más hostiles y abusivas del mundo, creada, según su declaración, con el único propósito de sacar ventaja de Estados Unidos.
Trump dijo que la imposición de un arancel del 50% sobre el whisky es inaceptable y advirtió que, si esta tarifa no se retira de inmediato, Estados Unidos actuará con la contundente medida del 200% sobre todos los vinos, champagnes y productos alcohólicos originarios de Francia y otros países representados por la UE.
El magnate también señaló que esta acción podría ser beneficiosa para los negocios de vino y champagne dentro de los Estados Unidos.
Trump: cambios de aranceles y políticas de precios
Esta no es la primera vez que la administración Trump recurre a los aranceles como herramienta de presión comercial.
Sin embargo, la experiencia pasada sugiere que este tipo de medidas puede acarrear consecuencias negativas tanto para las empresas extranjeras como para los consumidores y las empresas locales del país que impone los gravámenes.
Diversas investigaciones académicas han demostrado que los aranceles aplicados durante su primer mandato presidencial terminaron perjudicando a las compañías estadounidenses y elevando los costos para las familias.
Un ejemplo es el arancel impuesto a las lavadoras de origen extranjero en 2018. Un estudio realizado por tres economistas concluyó que el precio de las lavadoras en Estados Unidos experimentó un aumento del 12% como consecuencia directa de este impuesto.
La finalidad del arancel era proteger a los productores nacionales de la competencia de lavadoras importadas a bajo costo.
No obstante, Felix Tintelnot, profesor de la Universidad de Duke y coautor de la investigación, señaló que, si bien se generaron algunos empleos, el costo que tuvieron que pagar los consumidores fue muy elevado.
Se estima que los estadounidenses desembolsaron alrededor de 820,000 dólares adicionales en la compra de lavadoras por cada puesto de trabajo creado, lo que, en palabras del economista, no resultó ser un buen negocio para ellos.
Trump y los aranceles
Los analistas advierten que los aranceles impuestos a otros socios comerciales como México y Canadá podrían generar efectos similares, con un encarecimiento de diversos productos en Estados Unidos y un posible efecto dominó a nivel global.
Sectores como la industria automotriz, con complejas cadenas de suministro transfronterizas, podrían verse particularmente afectados.
Asimismo, se anticipa un posible aumento en el precio de los combustibles, dado que una parte importante de las importaciones de petróleo crudo de Estados Unidos proviene de Canadá.
Otros productos de consumo diario, como la cerveza mexicana, el tequila, el whisky canadiense, el aguacate y el jarabe de maple, también podrían experimentar alzas de precios o una menor disponibilidad en los Estados Unidos.
Consecuencias para el comercio global y posibles represalias
La imposición de aranceles no solo impacta los precios de los bienes importados, sino que también suele generar respuestas por parte de los países afectados, lo que puede perjudicar a las empresas estadounidenses que buscan exportar sus productos.
En última instancia, estas medidas proteccionistas pueden conducir a una disminución del comercio internacional, la creación de empleos y el crecimiento económico.
Andrew Wilson, de la Cámara de Comercio Internacional, advirtió que se está observando el mayor incremento de aranceles estadounidenses desde la década de 1940, lo que conlleva importantes riesgos económicos.
La Universidad de Yale incluso ha pronosticado que estas políticas podrían significar un costo aproximado de 2,000 dólares anuales para los hogares estadounidenses.
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