La industria del vestido es de los sectores productivos de manufactura y retail más importantes de México, ya que en 2015 empleó a un millón 100 mil personas, y tan sólo en el estado de Hidalgo el sector genera más de 23 mil empleos, que representa 12 mil fuentes laborales.
El titular de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive), Samuel Gersevich, afirmó en 2016, el sector creció más de 4.5 por ciento, sin embargo, enfrentan problemas de subvaluación, que es cuando entran al país prendas importadas de manera ilegal que abaratan los productos originales en el mercado.
Al problema de la subvaluación se le suma que en 2017 tendrán entorno económico de incertidumbre, debido a que algunas de sus materias primas son importadas a precio de dólar y parte de su exportación es hacia Estados Unidos, afirmó el titular de la cámara industrial.
De acuerdo con la Canaive, la constante apreciación del dólar el panorama proteccionista en Estados Unidos obligarán a la industria a reinventar sus procesos de producción, además de sus estrategias de marketing, e incluso impulsar su imagen en el exterior.
Asimismo, el presidente de la Canaive indicó que el 95 por ciento de las exportaciones de mercancía textil están dirigidas a Estados Unidos, por lo que con la llegada de Donald Trump, los textileros ahora deben gastar fuertes sumas en campañas de marketing e imagen en el vecino país.
En cuanto a reinventar la industria, precisó que en Guadalajara establecerán un Centro de Verificación de Calidad de materia prima para el sector, único en su tipo según él, además instalarán un centro de innovación y tecnología del sector, el cual funcionará como un laboratorio de experimentos de diseño.
Jalisco es otro de los estados donde la industria del vestido tiene mayor presencia, pues son uno de los principales productores, ya que a anualmente exportan a 125 países y tan sólo en 2016 generaron 89 mil empleos, de acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Económico de Guadalajara.
Parte del crecimiento de la industria se debe a que a finales de 2014, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) lanzó un plan para impulsar a la industria textil, y dio una ayuda de 540 millones de pesos para enfrentar los problemas de subvaluación, en tanto que la dependencia se coordinó con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) para frenar la entrada ilegal de textiles, que por su precio fueron aprovechados por retailers del norte.