• El principal producto mexicano exportado son partes y accesorios de vehículos automotores, seguido de cerca por vehículos de pasajeros ensamblados.

• De acuerdo con cifras de la Secretaria de Economía de México exportó más de 430 mil millones de dólares tan solo en 2023 a Estados Unidos.

• Donald Trump quiere regularizar la importación automotriz a Estados Unidos y en su lugar enfocarse en que la producción de autos sea en Detroit. 

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump busca concentrar la manufactura en territorio estadounidense, especialmente en Detroit, y aunque la propuesta aún se encuentra en pausa tras negociaciones que detuvieron su aplicación inmediata, el anuncio ha generado incertidumbre en el sector automotriz.

De hecho, es importante tener en cuenta que durante enero, datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) revelaron que, a pesar de un modesto aumento del 1.68 % en la producción de automóviles en México, las exportaciones de autos ligeros cayeron notablemente en un 13.74 % interanual, siendo Estados Unidos el principal destino con un 83.6 % del total. Esta coyuntura ha llevado a fabricantes globales como General Motors, Honda o Nissan a replantear sus estrategias, considerando la posibilidad de trasladar parte de su producción de México y Canadá hacia Estados Unidos para evitar el impacto de aranceles que podrían alcanzar el 25 %.

Y es que , en el caso de General Motors (GM) se nota una particular preocupación, inclusive anunciaron que podrían transferir parte de su producción de los vehículos que fabrica actualmente en México y Canadá a Estados Unidos si el presidente estadounidense Trump impone aranceles a estos dos países, lo cual está aún por verse.

“En México están construyendo plantas de automóviles por todos lados para fabricar coches y venderlos en Estados Unidos. Yo les digo: ‘De ninguna manera, no van a hacer eso’. Vamos a imponer aranceles a esos autos, no queremos esos autos, podemos fabricarlos aquí mismo”

La… pic.twitter.com/3rQNeKZSX6

— Joaquín López-Dóriga (@lopezdoriga) February 11, 2025

¿Cómo afectaría esto?

Esta medida, de concretarse, obligaría a una reconfiguración de las cadenas de suministro, elevando los costos de importación y, en consecuencia, el precio final para el consumidor, al tiempo que podría retrasar los procesos logísticos y afectar la competitividad en un mercado cada vez más exigente. Asimismo, el traslado de plantas de fabricación no solo implicaría una revitalización de la industria en territorio estadounidense, sino que también desencadenaría efectos negativos en las economías mexicanas y por supuesto también las canadienses, donde se perderían inversiones, empleos y se verían afectados numerosos proveedores locales. Además, la incertidumbre generada por estos cambios podría derivar en tensiones comerciales y represalias que complicarían aún más el entorno económico y la estabilidad de los acuerdos bilaterales en la región.

Y es que, cada ajuste en la política comercial repercute en múltiples niveles de la cadena productiva y en la economía regional.

Cabe destacar que, la relación comercial entre México y Estados Unidos se ha forjado sobre el intercambio diario de miles de millones de dólares en productos, consolidando a cada país como principal socio económico del otro. De acuerdo con cifras de la Secretaria de Economía de México,  tan sólo en 2023, México exportó más de 430 mil millones de dólares, lo que evidencia la magnitud de esta integración. Sin embargo, la posibilidad de desencadenar una guerra arancelaria amenaza con romper ese flujo, lo que podría provocar consecuencias económicas significativas para ambas naciones, no sólo para nuestro país.

La industria automotriz, en particular, resultaría gravemente afectada, ya que representa una parte crucial de las exportaciones mexicanas a Estados Unidos. Con un valor que supera los 70 mil millones de dólares en el envío de componentes, accesorios y vehículos ensamblados, este sector refleja cómo la interdependencia productiva ha permitido a ambos países aprovechar sus respectivas ventajas competitivas.

Hay que tener en cuenta también que, el principal producto mexicano exportado son las partes y accesorios de vehículos automotores, seguido de cerca por vehículos de pasajeros ensamblados y juntos sumaron más de 70.000 millones de dólares en 2023.

Desde una perspectiva alternativa, la eventual imposición de aranceles podría verse no solo como una medida de presión comercial, sino también como un detonante que obligaría a las empresas a reconfigurar sus cadenas de suministro, diversificar sus mercados y replantear sus estrategias de producción para reducir la vulnerabilidad ante interrupciones tan drásticas. Esta transformación obligatoria, aunque dolorosa a corto plazo, podría impulsar a los actores económicos a explorar modelos de negocio más resilientes y a fortalecer la competitividad regional en un contexto de incertidumbre global.

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