Incertidumbre es la palabra clave…
Con las salas de cine cerradas en prácticamente todo el mundo desde hace ya más de un mes y al menos por otro par más (en EE. UU. se espera su reapertura en julio), los ingresos generados para ese engranaje de la industria, los estudios y otros tantos directos e indirectos, han causado una fuerte crisis. Una luz de esperanza parecía haber surgido cuando Universal Pictures anunció que respetaría el estreno de “Trolls World Tour”, sólo que en lugar de estrenarla en salas lo haría vía streaming por un costo de 19.90 dólares y con una ventana de 48 hrs. para verla. La jugada parece haber funcionado (el filme ha recaudado más de 100 millones de dólares y sigue facturando), pero también ha iniciado una guerra.
Antes de la pandemia, el acuerdo entre los cines y los estudios era respetar una ventana de al menos 90 días entre el estreno de una película en salas y cualquier otro medio (DVD, Blue-Ray, televisión o streaming). La principal causa es una pregunta que hoy más que nunca está en el aire. ¿Verías una película en el cine si estuviera disponible en otro medio? En cierta forma fue tema de discusión cuando apareció el video. Por un lado, está la comodidad de casa, el ahorro en boletos, snacks y estacionamiento o transporte, sin mencionar que se puede tener total control sobre cuándo pausar, parar o incluso repetir, aunque también están interrupciones que van de una llamada al timbre de la casa, sin mencionar alguna labor doméstica u otra tarea que pueda recordarse o quererse hacer mientras se “ve” la película. Por otro, la oportunidad de apreciar la película en un espacio diseñado especialmente para ello en términos de iluminación y sonido, aunque claro con todos los otros inconvenientes de costo y tiempo relacionados, aunque ir al cine es en gran medida un hecho social. Ver cine, se ha dicho, debe hacerse en el cine y muchos cineastas, críticos, artistas y cinéfilios han argumentado al respecto. Baste recordar las medidas que Alfred Hitchcock tomó en su momento para evitar que la gente entrara a ver “Psicosis” una vez que había iniciado pues hacerlo impedía entrar en el ritmo de la historia y, por ende, el efecto deseado.
La pregunta sigue en el aire y a ello hay que agregarle que nadie sabe exactamente qué medidas deberán tomarse una vez que la cuarentena termine: ¿Podrán estar sentadas las personas una al lado de la otra o deberá haber menos personas por sala? ¿Qué medidas de sanitización deberán tener las cadenas de cine?). Tampoco se sabe cómo reaccionará la gente, ¿Querrán ir del encierro de su casa al “encierro” de una sala o preferirán opciones menos “enclaustradas” o al aire libre? ¿Se sentirán seguros en un espacio donde cada par de horas entra un nuevo grupo de personas? ¿Un espacio que comparten con decenas de desconocidos? Y claro, también está la cuestión de si a ello dedicarán parte de su ingreso en un periodo que implica, para un fuerte sector de la sociedad, un reacomodo de sus finanzas.
Hace unos días, Jeff Shell, CEO de NBC Universal anunció, tras los buenos resultados de “Trolls Word Tour” que cuando termine la cuarentena estrenarán títulos de forma simultánea en cines y streaming (mientras eso sucede otros títulos, no sólo de dicho estudio que ya no llegarán a las salas y que se estrenan en ese formato son “The King of Staten Island”, “Scood” y “Artemis Fowl”). Inmediatamente, Adam Aron, CEO de AMC Theaters, una de las principales cadenas en EE. UU. con más de 8 mil 200 pantallas, dijo que cualquier cambio a la venta de estreno es inaceptable y que cuando reabran, no exhibirán más cintas del estudio. Regal Cinemas (más de 7 mil 300 pantallas) se sumó a la medida poco después; Marcus Theaters, la tercera cadena con más de 4 mil pantallas, aún no se declara. Con ello, Universal Pictures estaría perdiendo más del 60% de pantallas para sus estrenos de fin de año que incluyen “Halloween Kills” y “Los Croods 2”; sus lanzamientos más fuertes del año, “Minions: The Rise of Gru” y “Rápidos y furiosos 9” ya fueron movidos a 2021.
Ningún otro estudio se ha pronunciado hasta el momento. El consenso general parece ser que la medida fue tomada en situaciones extraordinarias y que si bien no se sabe cuándo volverán a la normalidad o cuál será la nueva normalidad, es quizás precipitado tomar otro tipo de medidas. En cualquier caso, la moneda está en el aire y los efectos, las secuelas, del “virus” en la industria del cine parecen estar lejos de vislumbrarse.