La semana pasada me buscó un niña de Guadalajara porque le interesaba mucho trabajar en mi agencia. Por fin logramos ponernos de acuerdo y hoy, un lunes muy temprano estoy esperándola aquí a que llegue en compañía de un café expreso doble. Ayer me canceló la cita porque llegó muy tarde de Guadalajara.
Al parecer era una entrevista más, pero me equivoqué porque pronto me re encontraría con una tribu urbana muy bien segmentada y más que definida muy luchadora por su identidad. Las Lobukis.
Cuento sin ningún permiso de mi entrevistada un poco de su contexto que nos ayudará a conocer mejor a esta tribu. Tiene 25 años, es alta y bien arreglada, digamos que parecería una joven fresa a primera vista. Se ve que usa a diario zapatos de tacón alto, pantalones ajustados y siempre vestido si se trata de asistir a algún evento porque aunque es muy temprano, lo zapatos de tacón alto son como una extensión de ella misma. Vive actualmente en Guadalajara pero si encuentra un buen trabajo, dejará todo allá en su ciudad para venirse a radicar al DF. ¿Por qué? Porque en Guadalajara como ella misma lo explica “No pasa nada…no hay eventos…la gente siempre es la misma…”. Por lo mismo, lo que hace mi entrevistada es viajar a visitar a sus amigos en DF y asistir a eventos de moda o sociales a los que procura que la inviten con la mayor frecuencia.
Estudió en la UVM en Guadalajara y cuando vino alguna vez aquí de intercambio, vivía con unas amigas en una casa que rentaban entre todas en Lomas Verdes -Ciudad satélite, uno de los suburbios más poblados del área metropolitana del DF-. Parezco interpretar en sus ojos que lo mejor que le podría pasar a esta chica es que algún mirrey de la gran ciudad se enamore de ella, la vuelva su esposa y viva en esta ciudad en donde para ella, pasa todo. La realidad es que las Lobukis son mujeres jóvenes entre 17 y 27 años que buscan a toda costa escalar socialmente y así lograr ser las novias formales de un mirrey.
Lo triste es que probablemente nunca lo lograrán. No existe una lobuki sin un mirrey y no existe un mirrey sin una lobuki. Son tribus en una relación dialéctica y codependiente. Una lobuki siempre será una buena amiga “cariñosa” de un Mirrey, pero hasta ahí. El nombre de esta tribu es una derivación de la palabra Lobita, que son las amigas que convocan los papaloys o mirreyes cuando quieren divertirse de una forma relajada y sin compromiso. Esta tribu no la inventé yo, está en la calle y en las conversaciones de la gente y de otras tribus urbanas y sub culturas ¿Por qué las lobukis son cómo son? La respuesta siempre será inexacta.
Quizá los medios y los usos y las costumbres han generado una programación en muchas mujeres jóvenes para intentar pertenecer y escalar a objetivos inalcanzables y banales. Por ambición y por la lucha de una identidad y un auto conocimiento poco concretado, ¿Quién es el culpable? Todos y nadie. En verdad espero que las lobukis logren todas sus aspiraciones, pero ¿Realmente eso las hará mujeres felices? Lo dudo.
