Nueva información de analistas financieros, destacan que los tres grandes empresas de automóviles de Detroit sufrirán las consecuencias tras la imposición del presidente Trump de aranceles del 25 por ciento a todos los automóviles y autopartes fabricados en el extranjero, mientras que Tesla y Rivian, de Elon Musk, tendrán una ventaja sobre sus rivales.
La industria automotriz estadounidense ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años, de acuerdo a Estados Unidos, las ventas de vehículos nuevos alcanzaron aproximadamente 15.5 millones de unidades, lo que representa un incremento del 13 por ciento en comparación con el año anterior.
Las tres grandes empresas de autos que sufrirán
Tanto GM como Ford tienen una importante exposición internacional en sus cadenas de suministro y podrían enfrentar caídas del 30 por ciento en sus ganancias antes de intereses e impuestos (EBIT), un indicador clave de rentabilidad, según informaron analistas de la firma de investigación Bernstein.
Asimismo, Stellantis, propietaria de las marcas Jeep y Chrysler, está mejor posicionada que sus rivales con sede en Detroit debido a un mayor contenido estadounidense en la producción mexicana, que estaría exenta de los aranceles que entrarán en vigor el 2 de abril.
Tesla el gran ganador
Mientras tanto, Tesla fabrica todos los vehículos eléctricos que vende en Estados Unidos en plantas de California y Texas, un factor clave que debería proteger a la empresa pionera de Musk de las consecuencias más graves de los aranceles. Su rival en vehículos eléctricos, Rivian, también fabrica todos sus vehículos en Estados Unidos.
“Tesla es el claro ganador estructural: localizada, con una sólida cuota de mercado y mejor protegida del riesgo comercial”, añadieron los analistas. “Para todos los demás, esto supone un reajuste de márgenes y un lastre real para la generación de beneficios a corto plazo”.
Las acciones de Tesla subieron un 0,4 por ciento en la jornada del jueves, mientras que las de Rivian subieron más de un 7 por ciento. GM se desplomó un 7,4 por ciento, Ford cayó un 4 por ciento y Stellantis un 4,2 por ciento.
Se prevé que los fabricantes de automóviles extranjeros sean los más afectados. La empresa sueca Volvo fabrica solo el 13 por ciento de los vehículos que vende en Estados Unidos dentro de ese estado, según datos recopilados por Wards Automotive y Barclays, e informados por Axios.
La japonesa Mazda (19 por ciento), la alemana Volkswagen (21 por ciento) y la surcoreana Hyundai (33 por ciento) también se verán afectadas por los aranceles de importación. Mercedes, BMW y Toyota fabrican menos del 50 por ciento de sus vehículos vendidos en EEUU en el país.
En total, Bernstein estima que los gravámenes resultarán en “hasta 110 mil millones de dólares en costos arancelarios anuales” para los fabricantes de automóviles, lo que obligará a los fabricantes a asumir los mayores costos o a repercutirse en los clientes.
Los precios de los vehículos experimentaron un aumento promedio de 3 mil 700 dólares, según las proyecciones de la firma.
El analista de Morgan Stanley, Adam Jonas, estimó los costos aún más altos, en casi 6 mil dólares por vehículo.
Ferrari, con sede en Italia, anunció que subiría los precios de algunos modelos en un 10% como respuesta a los aranceles, y algunos analistas señalaron que es poco probable que su clientela de altos ingresos se vea disuadida por los aumentos. Sus acciones, que cotizan en Estados Unidos, subieron un 3 por ciento.
Vale la pena mencionar que la Casa Blanca afirmó que espera que los aranceles generan 100 mil millones de dólares en ingresos fiscales anuales, además de impulsar la fabricación nacional al incentivar a las empresas a construir más plantas en Estados Unidos.
Ciertas autopartes que cumplen con el acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá “permanecerán libres de aranceles” mientras el Departamento del Congreso calcula los aranceles sobre su contenido no estadounidense.
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