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Se estima que, en México, los empleados que trabajan desde el home office laboran 41 por ciento más que en la oficina
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El 64 por ciento de los CEOs del país creen que es una buena idea mantener el trabajo remoto para después de la crisis
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A la vez, se estima que a las compañías les costará entre tres y seis meses reintegrarse por completo a la nueva normalidad
El home office, al contrario de un sistema más tradicional de trabajo, ha probado tener varios beneficios para la compañía como un todo. De acuerdo con Entrepreneur, ayuda a que todos los colaboradores sean más productivos y tengan una mejor calidad de vida. Según ClickTime, también reduce las distracciones y costos propios de una oficina tradicional en el largo plazo. Y en datos de Jalios, provee un mayor grado de flexibilidad a casi todos los colaboradores.
Por supuesto, no está sin sus retos. Los incidentes de ciberseguridad tienden a dispararse con el esquema generalizado de home office. También parece que muchos empleados aprovechan esta flexibilidad para realizar actividades como dormir durante sus horas de trabajo. Además, hay retos como una organización pobre que pueden afectar el rendimiento. En este sentido, de acuerdo con Medallia, es algo crucial el que se hagan buenas experiencias laborales remotas:
Darle mucha importancia a la retroalimentación durante el home office
Una de las grandes preocupaciones de las empresas en los esquemas de trabajo remoto es el miedo a que el rendimiento de los profesionales no sea igual que en la oficina. Hay una serie de estrategias en las que las compañías pueden evitar este fenómeno, desde proporcionar las herramientas necesarias para sus labores hasta esquemas de gestión. Pero tal vez lo que más impacta en el home office, y que se suele solo pasar por alto, es la retroalimentación continua.
La mayor parte de los colaboradores son individuos comprometidos con su trabajo y con el éxito de sus empresas. Sin embargo, si no se les da un seguimiento consistente a la calidad de su trabajo, entonces no podrán saber si están haciendo las cosas bien o mal. De hecho, en la mayor parte de los casos, solo asumirán que sus resultados son aceptables. Es crucial que se establezcan canales de comunicación para que estas revisiones puedan ser suficientes.
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Escuchar al personal y considerar sus ideas
Incluso en los esquemas más convencionales de trabajo, la mejor forma de hacer progresar a una marca es a través del trabajo en equipo. Cuando se pide la opinión y las ideas de todos los colaboradores, pueden surgir soluciones interesantes a problemas comunes de la empresa. No solo por el viejo dicho de “dos cabezas piensan mejor que una”. Aparte porque el personal tiende a estar más cerca de ciertos desafíos. Lo anterior es todavía más cierto en home office.
En los esquemas de home office, no se tiene una estructura centralizada de trabajo. Esto a su vez implica que no se pueden encontrar las soluciones necesarias para algunos nuevos retos de negocio desde la perspectiva limitada de los ejecutivos de alto nivel. Además, también es una buena forma de que los colaboradores se sientan verdaderamente parte de la comunidad. Un sentimiento que puede llegar a perderse cuando se está laborando siempre a la distancia.
Home office y tecnología
Ahora existen un sinfín de herramientas digitales que permiten a las personas trabajar a la distancia. Lo anterior hace que sea más fácil que nunca antes poder establecer sistemas de home office casi sin esfuerzo, y muchas veces a un costo cero o bastante limitado. Claro, no es lo mismo que las empresas puedan trabajar sin invertir mucho en plataformas tecnológicas y que sea la forma más óptima de hacerlo. Lo ideal es sopesar el uso de sistemas avanzados.
La idea de estas plataformas es que el contacto entre todos los colaboradores sea lo más humano y dinámico posible, aún a la distancia. Para que el home office funcione, es una buena idea invertir no solo en aplicaciones de conversación corporativa. Otras adiciones pueden ser el uso de videollamadas, documentos colaborativos y repositorios de información. Incluso las herramientas de organización personal pueden ayudar a mejorar un poco más la experiencia.