No ha pasado una semana desde que el Real Madrid levantó su decimotercer Champions League, la tercera de forma consecutiva bajo el actual formato y parece que el equipo viaja en caída libre hacía una crisis de marca. Todo sucedió desde el mismo terreno de juego, Cristiano Ronaldo declaraba a la prensa una especie de despedida que conllevó a una serie de eventos que, parecen, haber terminado hoy con la renuncia de Zinedine Zidane.
Si bien el cuadro blanco dominó Europa a placer en los últimos tiempos, también es cierto que en el plano local dejó qué desear, y aunque se trata de uno de los ciclos más ganadores en la historia del conjunto, la exigencia del conjunto de ganarlo todo, deriva en fracaso cuando no es así.
Zidane llegaría en enero de 2016 a reemplazar a Rafael Benítez, quien en seis meses de gestión no logró dirigir al club a resultados competentes, la derrota contra el Barcelona en el Santiago Bernabéu y la eliminación por alineación indebida de la Copa, dieron pie a la salida del entrenador.
El francés orientó el proyecto del Madrid a enfocarse en la Copa de Campeones y fue así como, durante su gestión, no fue eliminado del torneo fetiche.
Otro aspecto que pone en duda la estabilidad del equipo tricampeón de Europa es la posible salida de otra estrella del ataque merengue, Gareth Bale indicó ante la prensa deportiva la necesidad de minutos en la cancha cada fin de semana, mismos que no fueron vistos por el gales.
Además de que se le debe sumar la novela que montó Neymar y una aparente llegada al club, algo que dividió opiniones entre los aficionados.
De tal modo que estos eventos parecen indicar el fin a un ciclo ganador tanto en el plano deportivo como en el aspecto de la publicidad, la reputación y la imagen del equipo más importante del siglo XX según la FIFA.
La necesidad de una renovación ayudará a refrescar las ideas y objetivos del Madrid, sin embargo, en todo proceso de regeneración, los primeros momentos serán complicados ya que la adaptación y la melancolía por los que alguna vez fueron y quizás no estén, tendrá a una afición y patrocinadores presionando y demandando títulos.
Por tal motivo, será importante la toma de decisiones en cuanto a la llegada de un nuevo timonel, que conecte de forma natural con el plantel y con la afición; al igual que la contratación de jugadores que le permita a la institución deportiva mantener la cosecha de títulos como lo ha venido haciendo.