Internacional.- Hasta el momento, las Google Glass parecen dividir opiniones y apuntar a dos claras tendencias: por un lado están los que opinan que es un lanzamiento de vanguardia que cambiará la forma en que vivimos la tecnología en nuestra vida cotidiana. Por el otro, están los que opinan que su uso va contra muchos derechos de privacidad y propiedad intelectual, y que terminarán fracasando este año.
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Lo cierto es que han desatado polémica en varias ocasiones por los conflictos con leyes y autoridades que les han provocado a ciertos usuarios en diferentes situaciones. Recientemente en Columbus, un hombre tuvo problemas con el FBI fue a ver la película Jack Ryan usando sus Google Glass. Bajo el argumento de que estaba grabando la película, el FBI lo detuvo y revisó cada uno de sus archivos a pesar de que el afectado indica que “estaban fechados y era obvio que no tenía nuevos archivos de esa fecha”.
Anteriormente, en California, Cecilia Abadie fue detenida por ir a alta velocidad y estar usando sus Google Glass mientras manejaba, cosa que va contra el código vehicular de California 27602, que prohibe operar cualquier cosa que transmita video porque puede distraer a los automovilistas. El citatorio de Cecilia en la corte de San Diego, supuso la primera vez que alguien era citado por usar esta tecnología mientras maneja, aunque al final ganó el caso.
Otro caso que acarreó problemas por usar Google Glass fue el de Nick Starr en un restaurante de Seattle, en donde le pidieron que por favor se quitara sus lentes porque no estaban permitidos. Starr exigió una disculpa vía Facebook y el Lost Lake Cafe and Lounge respondió “Si usas Google Glass dentro del establecimiento, o filmas o fotografías personas sin su permiso, se te pedirá que te detengas o que te vayas. Y si te pedimos que te vayas, por amor de Dios, no empieces a gritar sobre tus ‘derechos’. Sólo cállate y vete antes de empeorar las cosas.” El dueño del restaurante dijo que por obviedad, los Google Glass deberían ir con un código de etiqueta acerca de sus usos.
Recientemente un estudio de BiTE interactive, publicado por The Huffington Post, reveló que el 38 por ciento de los estadounidenses no pretendían comprarlos aunque cupieran en su presupuesto. El 45 por ciento declaró que sus características podían resultar molestas.¿Será este un mal momento para Google Glass o al momento del lanzamiento comercial las cosas darán un giro?