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Por lo general, cuando se acerca una crisis económica, las empresas tienden a reducir los cambios de liderazgo
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Lo anterior aplica en puestos como el CEO, en donde no hay una gran rotación entre las plazas superiores
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Sin embargo, independientemente si se cambia o no, quienes ocupen esta plaza deben tener habilidades concretas a futuro
Históricamente, el rol del CEO ha sido uno de los más importantes dentro de las marcas. De acuerdo con el HBR, esta persona es el puente entre el escenario interno de la organización y cómo se percibe en el exterior. Según Carter Baldwin, es la persona que permite inspirar y retener al talento crucial que permite a una compañía avanzar hacia el éxito. Y en datos de Entrepreneur, su misión es empoderar otros líderes para mantener la organización en marcha.
Durante la pandemia, y el mundo que le sigue, el rol de los CEO será aún más pesada. Ya se ha visto a muchas empresas preocuparse por esto. Ford hace poco apuntó que cambiará las riendas en la cúpula de la organización en el camino hacia el futuro. Y agentes como el líder de Twitter, Jack Dorsey, están marcando el paso de sus compañías en el entorno social. Según Bain & Company, hay tres características que el director ejecutivo post-pandemia debe tener:
No será un CEO “tradicional”
Todo el mundo está de acuerdo que el mundo después de la crisis sanitaria será muy distinto. Se tendrá que estar muy en sintonía con las tendencias del mercado, los nuevos hábitos de las audiencias y con las tecnologías innovadoras. El CEO debe ser un reflejo de todos los cambios en estas dimensiones. Y por lo mismo, no puede seguir teniendo el mismo perfil que ha tenido siempre. Dicho cambio no habla solo de transformaciones en torno a creatividad o innovación.
Por años los nuevos CEO de una empresa entraban con años de experiencia en rivales o en otras partes de la industria. O bien, tenían una carrera extensa dentro de la marca antes que pudieran llegar a dirigirla. Ahora es probable que sea menos importante que conozcan a la perfección todas las reglas y costumbres del sector. Por el contrario, es muy probable que se empiece a buscar individuos capaces de cuestionar y salir de la caja, probando nuevas cosas.
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Capacidad de prosperar en un mundo turbulento
Hay que recordar que la crisis sanitaria no es el único cambio que está moldeando a los CEO del futuro post-pandemia. Al mismo tiempo se está viviendo una revolución tecnológica, donde las Big Tech tienen cada vez más influencia en todos los sectores. Donde se espera que varios sistemas, como Inteligencia Artificial y Realidad Aumentada, transformen el entorno de trabajo y consumo. Y en el que también hay nuevas exigencias contra el racismo y la injusticia social.
En este sentido, es crucial que el CEO del futuro sea resiliente y capaz de adaptarse a todos los pequeños detalles que retarán al sector post-pandemia. Para eso debe contar con varios elementos de liderazgo, desde curiosidad y habilidad de aprendizaje hasta razonamiento ético y empatía. Solo al dominar estos rasgos, los líderes de las compañías podrán resistir a toda la incertidumbre. Y, a la vez, permitir a sus compañías navegar por todos estos campos minados.
Re-imaginar la relación del CEO y la compañía con su entorno
Con la pandemia, la estructura interna de un sinfín de empresas se vio afectada. No solo se puso en jaque las cadenas de suministro y manufactura. También se rompió la forma en la que muchas compañías conectaban con los consumidores en sus mensajes comerciales. Incluso lo más básico de una transacción, que es proveer el producto de forma segura, se volvió un reto. Así que los CEO tienen que esta al frente de estas barreras, tratando de resolverlas.
Para ello es crucial que el director ejecutivo de las marcas empiece a considerar opciones y alternativas ingeniosas a la forma en que se opera. El CEO no puede tener límites en cómo se pueden resolver los cuellos de botella y la falta de producción u operación en partes de toda la organización. Es necesario que sepan observar la oferta y la demanda y puedan crear varias hipótesis sólidas sobre el futuro. Y, a partir de ellas, reconfigurar sus negocios a largo plazo.