• Grupo México y Acciona presentaron demanda de amparo por el finiquito correspondiente a su cese de contrato.

• El Gobierno federal acusó incumplimiento en el Tramo 5, pese a acelerar repentinamente las fechas de entrega.

• La zona Sur de la obra emblema actual sumó así una polémica más que pone en duda su inauguración en 2023.

Entre las muchas controversias generadas por la construcción del Tren Maya, específicamente del Tramo 5 que pasará por las ciudades con más afluencia turística del Sur del país, una más se suma a la lista y pone en confrontación directa al Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y a Grupo México.

Y es que ahora, la empresa de Germán Larrea salió de la ecuación y está pidiendo una indemnización al Gobierno federal, acto que ha generado reacciones contrapuestas en el discurso oficialque van desde incumplimiento de contrato hasta un choque de intereses políticos y comerciales; sin embargo, ambas partes ya dieron la posición de lo que consideran “su verdad”.

Mientras que AMLO acusó a Grupo México de no cumplir con un contrato establecido, la empresa expuso que cesar su participación en la obra fue por una cuestión técnica que imposibilita los tiempos de entrega, por lo que espera un finiquito justo y transparente.

“Yo no sabía que ya había demandado, entonces ya se volvió publicitario. No sé ahora qué lo llevó a asociarse para montarse en la campaña en contra nuestra (…) Me extraña”, acusó AMLO en una conferencia mañanera, donde criticó que la empresa busque una cantidad por revocación anticipada de los documentos.

Grupo México aclara en su comunicado que, pese a lo dicho por el Presidente, ellos cesaron el contrato del Tramo 5 del Tren Maya por “la imposibilidad técnica para realizar el proyecto en 11 meses y entregarlo en julio del 2023”. Esto derivado de “nuevas fechas de entrega solicitadas” que llevaron a la firma a declinar por una premura impuesta que choca con su “seriedad y el profesionalismo”.

El Mandatario argumentó que derivado de la inhabilitación del contrato a Grupo México, en el tramo en donde no se hizo la construcción, que va de Playa del Carmen a Tulum, en aproximadamente 50 kilómetros, ya se acordó la intervención de las empresas Mota-Engil, ICA e Indi.

“Se les notificó que nos urgía ese tramo y se entregó a tres empresas (…) Nos importa mucho porque ahí tuvimos todos los amparos “, declaró AMLO.

¿Incumplimiento o imposibilidad técnica?

La obra en disputa fue apresurada por el Gobierno federal para terminarse en apenas 11 meses y entregarla en julio de 2023; sin embargo, corresponde a un tramo complejo y discutido mucho tiempo antes de que el consorcio del magnate Germán Larrea Mota Velasco saliera del juego.

El megaproyecto de la 4T  ha tropezado con obstáculos legales y técnicos que van desde carios cambios de ruta, amparos por impacto ambiental y, ahora, un plazo inverosímil.

Grupo México y la española Accion se hicieron cargo de la zona Sur del Tren Maya, luego de que el gigante estadunidense BlackRock fuera rechazado por el Gobierno federal para desarrollar la obra; ahora, la empresa ha cedido la obra completa a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por un costo mucho mayor al contemplado, de más de 61 mil millones de pesos para tramos Norte y Sur, y con un retraso de varios meses.

No obstante, pese a la promesa de conciliar la demanda en curso y la subsontratación de las empresas Mota-Engil, ICA y Azvindi para encargarse del Tramo 5 Sur, el diario Reforma logró cumentar cómo la Sedena intentó pagar a Grupo México y Acciona un finiquito de 37.9 millones de pesos, monto que fue rechazado por las transnacionales y que ocasionó dos demandas de amparo.

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