A tan solo una semana de su reinicio Twitter dio marcha atrás a las verificaciones de perfil, las cuales acababan de comenzar de nueva cuenta luego de que desde 2017 la empresa decidió ponerle pausa a tan complicada acción que colocá una marca de verificación azul en los perfiles de los usuarios.
¿La razón? La extrema afluencia de solicitudes, la misma razón por la que Twitter decidió parar en el 2017, y por la cual quienes hayan enviado su solicitud tendrán que esperar un lapso de tiempo considerable en lo que se elimina el retraso.
Esto afectará a las millones de cuentas que buscan que sus perfiles sean verificados por la red social y es que de los 199 millones de usuarios activos dentro de Twitter, solo 360 mil tienen una marca azul en sus perfiles, o sea solo el 0.18 por ciento.
No es raro que este haya pasado, pues es normal que muchas cuentas, incluso las que no cumplen con los nuevos criterios de verificación, busquen que su cuenta sea verificada pues de acuerdo con la propia aplicación esto te permite llegar a más audiencia y obtener mejores estadísticas, algo con lo que cualquier marca sueña.
We’re rolling in verification requests. So we gotta hit pause on accepting any more for now while we review the ones that have been submitted.
We’ll reopen requests soon! (we pinky swear)
— Twitter Verified (@verified) May 28, 2021
El proceso de solicitud pública, ¿el error de Twitter?
Quizá la mayor equivocación de Twitter no es creer que en esta ocasión recibiría menos solicitudes de verificación que en el pasado, pues es inimaginable el número que le llegaron en tan solo ocho días con casi 200 millones de usuarios que podrían estar en búsqueda de la marca azul.
No obstante, el error real podría radicar en hacer de la verificación algo público, en lo que los usuarios tengan que participar y enviar una solicitud como si se tratará de la Universidad, sobretodo si la empresa no tiene un sistema de evaluación interno capaz de recibir miles de millones de solicitudes.
Al contrario de Twitter, las demás redes sociales mantienen sus sistemas de verificación de manera más opaca, con calificadores internos que en ocasiones no se entienden, pero que suelen estar relacionados con el número de seguidores y el engagement, algo que Twitter también ha hecho durante los últimos años.
El objetivo de la transparencia
Buscar ser una empresa transparente en un momento en el que los usuarios lo exigen es un movimiento a favor de cualquier marca, sin embargo, Twitter debería reconsiderar su nivel de transparencia en este caso, pues a pesar de que esto llegue a significar que los twitteros se sientan más comprometidos al pertenecer a una comunidad que reconoce su trabajo, un proceso tan público podría no ser la mejor forma de hacerlo.
Tal vez en esta ocasión el proceso de espera sea menos largo que la última vez que se pausaron las solicitudes, y dentro de un mes o dos se vuelva a aperturar la verificación de una manera más controlada para que el equipo de Twitter lo maneje eliminando a todo aquie que no cuempla con los requisitos o que busque una marca azul para luego vender la cuenta a otra persona.
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