• WhatsApp anunció hace poco que no se aplicarían los cambios en la política de privacidad el próximo ocho de febrero, como estaba planeado

• Ahora se esperará hasta el 15 de mayo para pedirle a los usuarios que acepten los nuevos términos y condiciones de uso

• Estos tres meses los aprovecharía la plataforma de mensajería para clarificar entre las masas cómo funcionará el nuevo sistema

Luego de perder millones de usuarios ante Telegram, Signal y otras apps rivales, WhatsApp ya está tratando de contener el efecto de su nueva política de privacidad. En un comunicado, la compañía anunció que empezará a ejecutar una campaña informativa entre su audiencia para explicar cómo funcionarán exactamente estos cambios. La meta sería, según la misma marca, combatir la “desinformación que causó preocupación”, así como explicar “nuestros principios y los hechos”. El canal a través del cual se distribuirá la información son sus mismos estados.

A lo largo de los próximos tres meses, se distribuirán varios estados desde la misma app, en donde WhatsApp clarificará los cambios a su política de privacidad. Los mensajes son muy sencillos, y transmiten mensajes contundentes. Entre ellos, que la compañía no puede acceder a los contactos de la audiencia, escuchar llamadas ni recolectar y/o almacenar su ubicación.

En cada uno de estos estados, los usuarios tendrán la opción de acceder a un artículo mucho más completo con la nueva política de privacidad de WhatsApp a detalle. Los mensajes ya se han empezado a distribuir entre los usuarios de México desde este mismo sábado. Al igual que otros estados, las imágenes desaparecerán luego de 24 horas. El tiempo no correrá sino hasta que la gente haga click en ellos por primera vez, permitiéndoles informarse a su ritmo.

Medidas desesperadas para conservar a los usuarios de WhatsApp

La campaña llega luego de lo que se ha denominado la “mayor migración digital de la historia de la humanidad”. Al menos así lo ha calificado el líder de Telegram, Pavel Durov, de acuerdo con The Independent. Esta rival de WhatsApp en particular, en los pocos días desde que se dieron a conocer las nuevas políticas de privacidad, experimentó 500 por ciento más nuevos usuarios. Esto le permitió ganar 25 millones de personas a su audiencia, tal vez para siempre.

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Esta iniciativa en los estados de WhatsApp también es llamativa porque no fue la primera opción de la tecnológica para controlar el enojo de los usuarios. De acuerdo con el Financial Express, en un inicio la tecnológica trató de clarificar las nuevas políticas de privacidad con un acercamiento más tradicional, mediante comunicados. Pero es evidente que no es suficiente y probablemente ha seguido sangrando a sus usuarios. Por eso quiere explotar sus estados.

No se trata de una mala idea, aunque sí refleja qué tan desesperada está realmente WhatsApp en esta odisea para implementar sus cambios de privacidad. De acuerdo con Statista, la app y sus Estados están entre los formatos preferidos de la audiencia global para recursos efímeros, por número de usuarios diarios. Cierto, tal vez no hará nada por los consumidores que ya se fueron de la plataforma. Pero sí podría reducir la cifra de salidas en el corto y mediano plazo.

Aún así no sería suficiente para arreglar el problema

Pero si se toman otros casos de grandes faltas de privacidad, es evidente que los Estados de WhatsApp y su nueva campaña informativa no bastará para recuperar la confianza del público. No hay que olvidar el enorme escándalo de Zoom a inicios del año pasado. La empresa tuvo que tomarse tres meses completos para reestructurar su política y sistemas de recolección de datos e información. Solo así pudo salir del otro lado de la crisis como una marca más fuerte.

En el otro lado de la moneda está el ejemplo de Facebook, la compañía madre de WhatsApp. Desde el escándalo de Cambridge Analytica, la mayor red social del mundo no implementó un cambio radical de sus políticas de privacidad, como hizo Zoom. Aunque las acciones de otros agentes no han ayudado, la empresa jamás ha logrado recuperar del todo la confianza ni del público ni de las autoridades. Así que el sistema de mensajería necesita un mejor plan a futuro.