• Disneyland Paris ya había cerrado anteriormente en marzo, justo cuando la pandemia se consolidó por primera vez en Europa

• Sin embargo, Disney decidió reabrir las operaciones en junio pasado, cuando el gobierno local relajó algunas restricciones

• Junto con Francia, hace unas horas también el gobierno de Alemania anunció una serie de medidas más estrictas por la segunda ola del virus

La segunda ola de COVID-19 que está materializándose en Europa y Estados Unidos (EEUU) ya está pasando factura a Disney. De acuerdo con Reuters, el gobierno de Francia acaba de ordenar a la casa del ratón que cierre sus instalaciones de Disneyland Paris. Esto, como parte de las medidas que la administración de Emmanuel Macron ha tomado para reducir la tasa de infección en el país. La información fue confirmada por la misma marca en un comunicado.

Se espera que Disney cierre su parque de diversiones el próximo viernes 29 de octubre al final del día. Cabe destacar que otras instalaciones de la marca alrededor del mundo continúan aún operando. En Hong Kong, Shanghái, Tokio y Florida continúan abiertos estos negocios. Pero en ellos se han establecido estrictas medidas de aforo y sanitización para reducir la posibilidad de infección. Solamente Disneyland California se ha mantenido cerrado desde marzo pasado.

También es importante destacar que Disney no será el único negocio o actividad afectada por las medidas de Francia. El gobierno en París ha mandado que las personas permanezcan en sus casas en todo momento, excepto para comprar bienes esenciales o ejercitarse (solo una hora al día). Asimismo, podrán salir para buscar atención médica. Las escuelas permanecerán abiertas, pero los empleados solo irán a las oficinas si es estrictamente necesario para su rol.

El problema de Disney no parece terminar

No es sorprendente que el gobierno de Macron esté tomando estas medidas. De acuerdo con el New York Times, el cierre de Disney y otras actividades está motivado por un aumento muy repentino en el número de hospitalizaciones. Al cierre del martes, el país registró 527 muertes en un solo día por COVID-19, el número más alto desde abril pasado. Por estas razones, son muchos los expertos en el país europeo que esperan que esta segunda ola sea más mortal.

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Si bien las medidas son por el bien de sus consumidores y el público en general, no se puede decir que Disney vaya a estar contenta. De acuerdo con Tampa Bay, en el segundo trimestre del 2020, durante el pico de la pandemia, la marca perdió mil millones de dólares en la unidad de parques de diversiones. Y aunque para entonces muchos locales ya estaban operando, The Guardian señaló a finales de septiembre que la organización despediría a 28 mil empleados.

¿Qué sigue para Disney? Deadline, en junio, ya advertía que la recuperación de la marca, y en especial de sus parques de diversiones, se antojaba muy lejana. Con el cierre de Disneyland Paris, podría no pasar mucho tiempo antes que cierre sus operaciones también en EEUU y en Asia. De acuerdo con Bloomberg, la empresa ya está trabajando en reestructurar el enfoque de ésta y otras unidades comerciales. Pero tal vez será necesario que sea todavía más agresivo.

Las opciones para el futuro

Ya hay algunas opciones que se han propuesto a Disney desde sus mismos inversionistas. A inicios de octubre, se le propuso detener permanentemente el pago de ciertos dividendos a los propietarios de acciones. El dinero se debería utilizar exclusivamente para reforzar el negocio de streaming de video, y específicamente en crear contenidos exclusivos para Disney+. Claro, el riesgo de esta iniciativa sería enfurecer a los mismos accionistas que la están respaldando.

Asimismo, también está ejecutando un ambicioso plan de expansión que podría ayudarle a mejorar sus ingresos en el largo plazo. Igual que otras empresas, Disney decidió empezar a vender cubrebocas. Incluso los trajo a mercados emergentes, entre ellos México. Si bien no es claro cómo esta apuesta ha ayudado a compensar ingresos de otras áreas, responde de forma directa a las necesidades de los consumidores. En teoría, debería de ser suficiente para ganar.