A medida que la pandemia retrocede y, poco a poco, las ciudades regresan a la normalidad (a una nueva normalidad), la duda es saber qué van a hacer las empresas cuyos empleados están trabajando desde 2020 de manera remota.
La continuidad o no del teletrabajo es uno de los grandes desafíos que enfrentan las compañías por estos meses y de su resolución dependerá, en gran medida, el resultado que se obtenga en la gestión de los recursos humanos.
En las grandes ciudades, como Nueva York, los directores ejecutivos han comenzado a regresar a las oficinas, publica FT.
Sin embargo, los datos de distintas investigaciones dicen que los empleados no tienen la misma intención, ya sea por problemas de salud, por falta de gente para que cuide a sus hijos o por los largos desplazamientos que ahora prefieren evitar.
Trabajo en el hogar
De acuerdo con el llamado “barómetro del regreso al trabajo” que publica Kastle Systems, hasta mediados de mayo solo estaba ocupado el 16 por ciento de las oficinas de Nueva York, el mismo dato que en abril y apenas por encima de noviembre, lo que demuestra que casi no han habido cambios desde entonces.
Los directores de dos compañías de bienes raíces de NY, Wharton Property Advisors y Rubenstein Partners, coinciden en que “la mayoría de los directores ejecutivos están de regreso y quieren que su fuerza laboral lo haga”, pero que “están tratando de averiguar cómo lograrlo”.
El informe habla de “visiones contrapuestas del futuro del lugar de trabajo” entre jefes y empleados y de las tensiones que habrá en las empresas por “el grado de flexibilidad que los trabajadores quieran y el que los jefes estén dispuestos a conceder”.
Esto también será clave a la hora de la oferta y la demanda de trabajo en el futuro.
Un punto de inflexión
La forma en que se resuelva esto será decisivo también para el negocio de las empresas de bienes raíces de las grandes urbes.
Ciudades como Nueva York basan sus economías en gigantes torres de oficinas densamente pobladas.
Si más personas trabajan desde casa, la demanda de espacio para oficinas caerá y esas propiedades van a valer mucho menos, por lo que también aquellos que hayan hecho inversiones en ese segmento, perderán. Y mucho.
Los cambios son comunes en las tendencias de los lugares de trabajo, antes de la pandemia, la principal modificación fue cuando las empresas empezaron a competir por los trabajadores jóvenes y talentosos a partir del ofrecimiento de lugares de trabajo más atractivos.
La idea fue conquistar a las nuevas generaciones con juegos, café fino, televisores, salas de yoga y espacios de relax.
Ahora, la tendencia será otra: oferta de home office para atraer a los nuevos empleados.
El razonamiento sería el siguiente: “antes trabajaba en oficinas, ahora ya no, así que tienes que convencerme de por qué debería hacerlo”.