El estrés es uno de los factores que ocupan mucho las investigaciones relacionadas con recursos humanos y el mundo laboral, en gran medida, por su influencia en los resultados y comportamientos al interior de la oficina u organización empresarial.
México, por ejemplo, ocupa el primer lugar a nivel mundial en estrés laboral (un 75 por ciento de los consultados), incluso superando a países como China, Japón o Estados Unidos, de acuerdo con un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Es un hecho que padecer esta condición tiene un impacto significativo en la producción, productividad y satisfacción laboral. Incluso, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), van de la mano con los accidentes laborales, generan pérdidas anuales equivalentes al 4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) global.
Uno de los factores que pueden contribuir al estrés laboral, es el trabajo después de la oficina (o Work After Hours), debido a que las personas en lugar de salir a disfrutar de cuestiones sociales, familiares o simplemente a descansar, continúan en las actividades lanorales.
En el mundo de la publicidad y mercadotecnia esto es casi parte de la profesión, y no porque sea una demanda de las empresas o jefes, sino que el campo profesional tiene de manera inherente muchas situaciones de este tipo.
Seguro te has enfrentado una o más ocasiones en esta situación pero, si tiene que volver hacerlo, te dejamos algunos tips propuestos por Alyse Kalish, editora asociada en The Muse, para que pueda pasar esas jornadas extendidas con una mejor actitud y mucho menos estrés:
Si puedes, ve a casa
Es común que cuando hay pendientes en la oficina, la mayoría decide continuar ahí, el argumento generalmente ronda por el que se pueden concentrar más, sin embargo, es mucho más confortable y seguro estar en casa. La concentración es una disciplina no una cuestión de espacio físico, por lo que después de saludar a tus seres queridos o ver algo de entretenimiento puedes dedicarte al trabajo, pero con más motivación y más cómodo (ropa y actitud), después de cambiar tu paisaje o entorno más cercano.
Sentirse cómodo
Lo de sentirse cómo era en serio, muchos trabajo tiene código de vestimenta, incluso muchas veces las personas van de acuerdo a su estilo, pero en casa, es fácil trabajar sin corbata o blusa, en pans o camiseta y sin calzado. El objetivo es relajarse y hacer más amigable la experiencia de seguir trabajando. Esto incluye tomar un breve receso antes de iniciar y, por qué no, comer o beber algo, eso refrescará el organismo y la mente.
Reconoce tus límites
No se trata de si eres millennial o generación X, el trabajo puede agotar a la mayoría, sobre todo si se viven situaciones estresantes o de mucha intensidad a lo largo del día, por lo que seguir trabajando puede resultar agobiante. Reconoce tus limites de energía y tu cuerpo, no le demandes de más o te pasará factura. Esto, sin perder perspectiva que si trabajas agrado o bloqueado mentalmente, puede afectar tu rendimiento y calidad de la actividad que realices. No tiene sentido quedarse hasta las 3 de la madrugada si todo lo que haces después de las 10 pm tiene que ser re-hecho en la mañana, señala Kalish.
Prioriza actividades o tareas
Es importante no complicarte la vida desde un principio, especialmente si acaba de relajarte, pero debes aprovechar este nuevo aire de energía para resolver las cosas más urgentes. Y, sobre todo, enfocarte a las tareas que puedas realizar de manera individual, no aquellas que requieran trabajo en equipo con los que no te puedes comunicar al momento.
Anticipa lo que llegará al otro día
No se trata de resolver el mundo durante una noche o que te quedes pensando en el trabajo mientras duermes. Toma unos minutos para despejar la mente y darle un momento de tranquilidad o diversión, esto es muy importante, de acuerdo con Kalis, pues ayudará a que cuando despiertes no estés agotado. Ayuda que hagas una lista de todo lo pendiente y te envíes un email o lo prepares en tu bagpack antes de dormir.