Trabajar toda una vida como empleado en una misma empresa no es algo frecuente en estos tiempos de permanentes cambios.
Sin embargo, hasta hace un par de décadas, solía ser habitual que fueran varios los trabajadores, especialmente en pymes y empresas grandes, los que hicieran todo un recorrido laboral en una misma firma.
Lo que no siempre es habitual que se produzcan reconocimientos a la trayectoria laboral como el que ocurrió esta semana en Argentina, donde un empleado de una fábrica de pastas recibió por parte del dueño de la compañía un automóvil cero kilómetro como “premio” por 50 años de trabajo en la firma.
50 años de trabajo en una empresa: un auto de premio
Se trata de Juan Carlos Rubiolo, empleado de una pyme que fabrica pastas marca “La Italiana”, quien fue premiado con un Fiat el día en que se jubiló.
La firma está ubicada en la provincia de Córdoba, en el centro de Argentina.
“Comencé a trabajar en la empresa constructora que hizo la fábrica, estuve cuando se levantaron las paredes, los cimientos. Desde el comienzo al lado del señor Humberto Gualtieri [el dueño original y parte de la familia que hoy maneja la firma], que lamentablemente no está más, él me trajo aquí”, contó Rubiolo en un programa de radio de LV16.
“Estoy realmente muy contento, para mí esta es como una familia del corazón. Inicié mi vida laboral aquí, en este mismo lugar, en aquella época era un terreno vacío”, contó.
La Italiana, cuando Rubiolo comenzó, fabricaba 30 kilos de pasta por ahora, ahora elabora toneladas.
Rubiolo, a pesar de haber trabajado 50 años en la fábrica, nunca pudo acceder a un automóvil nuevo.
“A esto nunca he pensado llegar. Me han apoyado en las malas, hemos pasado juntos los mismos problemas. Porque así como ahora está el progreso, hemos tenido momentos difíciles”, contó el empleado que deja la empresa tras 50 años.
Cuando recibió el auto por parte del dueño de la empresa, dijo: “Es muy difícil decirlo, no sé si me lo merezco, pero ellos han tomado esta decisión. Yo he vivido dentro de la empresa, he trabajado noche y día en la compañía. Si había que venir, venía. Un poco la siento mía, y por eso me cuesta irme”.
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