La Casa Rosada de Argentina renovará en 2017 completamente su flota de vehículos para el transporte de sus funcionarios más relevantes y Toyota es la que más chances tiene.
El cambio se hará a partir de la compra de 20 carros de alta gama que renovará la flota el Departamento de Transporte Terrestre e insumirá, en las previsiones previas, unos 7 millones de pesos argentinos, unos US$ 500 mil.
Para lograrlo, se abrió una licitación pública a través de la cual las automotrices están compitiendo con los mejores sedan que cumplan con una serie de condiciones. El Gobierno pidió vehículos que funcionen a gasolina, con motor de 1.400 centímetros cúbicos y 140 caballos de fuerza con cuatro cilindros en línea, baúl con capacidad de carga de hasta 470 litros, caja manual de cinco o seis velocidades, ruedas de aleación de 16 pulgadas y “vidrios polarizados de tonalidad intermedia”.
¿Colores? Gris plata, gris oscuro, blanco o negro.
La marca que corre con ventaja es Toyota, que tendría casi ganada la compulsa con sus Corolla. Si bien no es el mejor precio (oferto 7,4 millones), los 20 Fluence que ofertó Renault por 6,7 millones no cumplirían con la longitud mínima requerida, según El Cronista.
Además de Toyota y Renault, también está en carrera el concesionario oficial Chevrolet, con el modelo Cruze (7,6 millones) y el concesionario oficial de Volkswagen, que ofertó sus Vento por 10,6 millones de pesos.
“Si bien ninguno resultó vencedor de la compulsa, dado que este lunes deberán presentar las garantías, los Corolla corren con ventaja al no haber recibido objeciones técnicas. Los Chevrolet Cruze serían descartados por no cumplir con el tamaño del tanque de combustible solicitado”, dice el medio argentino.
Resulta extraño no ver a Ford en esta competencia, siendo una de las marcas más importantes en el país y una de las que tiene fábrica local. El problema es que el largo mínimo exigido para los carros impedía que ingresara con su Focus, de producción nacional. Si bien el detalle se rectificó, finalmente Ford decidió no presentarse.
Un dato interesante es que por primera vez en décadas el Estado argentino comprará los autos que usarán sus funcionarios. Hasta ahora, los tenía en comodato por el término de un año.
El carro presidencial y un recuerdo no grato para VW
En 2015, durante la asunción de Mauricio Macri, hubo un “pequeño” problema con el auto presidencial, de marca Volkswagen. Es que lo que parecía un gran acierto de la marca alemana (trasladar al Presidente cuando todas las cámaras estuvieran pendientes de él) se transformó en un dolor de cabeza.
¿El problema? La camioneta Volkswagen Touareg en la que el flamante presidente se trasladó desde el Congreso hasta la Casa Rosada registraba una gran deuda de patente en la Ciudad de Buenos Aires. La camioneta estaba a nombre de Volkswagen Argentina, tenía como fecha de alta el 18 de diciembre de 2013 y nunca había pagado ningún impuesto.