Tanto Toyota como Volkswagen deberían estar más que satisfechos con los resultados obtenidos en sendas pruebas de seguridad realizadas este martes por el Programa de Evaluación de Vehículos Nuevos para América Latina y el Caribe (LatinNCAP), ya que dos de sus vehículos emblema, el Corolla y el Polo, lograron el máximo de “cinco estrellas”.
Los dos modelos son fabricados en Brasil y comercializados en distintos países de Latinoamérica, ámbito en el que el LatinNCAP analiza la seguridad de los vehículos que se venden.
En el caso del Polo, la marca alemana aprovechó el crash test al hacerlo coincidir con el comienzo de la comercialización de la última versión. Esta estrategia de marketing se aplicó para que los consumidores tuvieran la información de referencia sobre la seguridad del auto.
El resultado es óptimo si, por ejemplo, se compara con otros dos carros analizados este año, el Kia Rio Sedán y el Chevrolet Onix, que obtuvieron “cero estrellas”.
El Toyota Corolla obtuvo “cinco estrellas” tanto para la protección del ocupante adulto como para el infantil. Mucho tuvo que ver en esto la actualización con siete bolsas de aire y el control electrónico de estabilidad. Tuvo muy buen desempeño en el impacto frontal, impacto lateral y en el impacto lateral de poste. Se analizó la versión fabricada en Brasil y en los Estados Unidos, ya que ambos orígenes abastecen a la región.
En cuanto al VW Polo producido en Brasil, también obtuvo “cinco estrellas” para la protección del ocupante adulto y para la protección del ocupante infantil. “Las bolsas de aire de cabeza-tórax mostraron un rendimiento robusto en ambos impactos laterales; y el Control Electrónico de Estabilidad (ESC, por sus siglas en inglés) cumple con las condiciones de Latin NCAP”, indicó el organismo de control.