Los servicios de transporte privado como Uber o Easy Taxi se han consolidado en México y diversas partes del mundo, donde otras plataformas como Lyft, también se han establecido de manera exitosa, sin embargo, resulta indispensable entender algunos problemas que estas plataformas han presentado.
En el caso de Uber, esta plataforma ha dado paso a un nuevo término conocido como “longhauling”, luego de que diversos medios estadounidenses han señalado que conductores de la plataforma, deciden llevar a cabo largos recorridos entre el punto de partida y el destino.
Lo anterior se ha colocado como un elemento negativo con base en el cual se define la experiencia que se llevan los usuarios de este tipo de plataformas.
Si bien el longhauling no representa un cobro extra al usuario dentro de Estados Unidos, pues paga el estimado con base en tiempo de recorrido y tráfico, este tipo de actividades dificulta la relación entre conductores y las aplicaciones para las que trabajan, además de que el precio final muchas veces es modificado, sobre todo cuando se siguen rutas no indicadas.
Bien la xperiencia de usuario, pero…
La experiencia de usuario que ofrecen estas plataformas es en muchas ocasiones el resultado de sesudos estudios que determinan nuevas formas de hacer más eficiente la relación con los pasajeros.
Lyft, por ejemplo, desarrollo un estatus de usuario llamado Zen, con el que se advierte al conductor que no debe de generar plática con su pasajero.
A pesar de este tipo de desarrollos, algo que no termina de mejorar es la relación entre los operadores de automóviles y las plataformas que toman una comisión de hasta 25 por ciento sobre el viaje realizado.
El factor humano y laboral ha terminado por ser el gran pendiente en este tipo de plataformas y tal vez uno de los motivos que de manera pasiva han motivado el desarrollo de autos autónomos.