El cine es uno de los productos de entretenimiento que más gustan a los mexicanos y, pese a que no es tan económico, registra una tendencia de aumento de asistentes a salas de todo el país.
El año pasado se vendieron 327 millones de boletos, un crecimiento del 10 por ciento respecto al año anterior, y una tendencia constante en los últimos seis años, de acuerdo con con cifras preliminares de 2016 de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine).
Pero, no todos asistimos al mismo tipo de sala, las principales cadenas en el país cuentan con una oferta importante de opciones; desde salas tradicionales, pasando por formatos digitales, de un formato mayor y las denominadas VIP, que prometen un servicio más personalizado y con mayores comodidades.
Al respecto, el Estudio de Entretenimiento 2017 del Departamento de Investigación de Merca 2.0 que contó con la participación de 341 personas encuestadas, revela que el 40,2 por ciento de las personas adeptas al cine asiste a salas tradicionales.
El primer signo para el dato anterior puede deberse al precio, ya que es la sala más económica, sin embargo hay otro 20,5 por ciento que disfruta de sus películas en salas VIP, esto es importante si se considera que es la entrada más costosa.
Es interesante que, pese a ofrecer una imagen de alta definición y un formato de pantalla más grande, las salas digitales, megapantalla y en 3D y 4DX son referidas en menor proporción por parte de las personas consultadas.
¿A qué se debe que los espectadores elijan cierto tipo de pantalla? Hay muchos factores, pero entre los más destacados se encuentran la ubicación, el tipo de alimentos y bebidas que ofrece la sala, el servicio y los precios.
Cabe destacar que en el país existen dos principales cadenas: Cinépolis y Cinemex, ambas cuentan con las salas referidas en el estudio y buscan, a través de diversas estrategias de marketing -promociones, programas de lealtad, cartelera, calidad de las salas- atraer la preferencia de las audiencias. Aunque no son las únicas opciones, hay otras cadenas más pequeñas y no podemos olvidar la Cineteca Nacional.