Me quejo y refunfuño, pero al final termino metida en las redes y en los perfiles, aunque no tanto como una usuaria más, sino como una apasionada de la observación social. Tal cual, me encanta ver cómo nos cambian las formas de vernos, conocernos, sentirnos, interactuar con otros y hasta coquetear. Pero no sólo me encantan, como siempre, también me asustan y hasta me frustran.
Me refiero a Tinder, la red social para ligar. Sin duda puede ser útil para conocer gente que en la vida real quizás no encontrarías cerca, y ahí ya suena interesante. Sin embargo, la cosa se torna muy mercadotécnica cuando tenemos que pensar en una estrategia para vendernos y vendernos bien. Primero, hay que elegir las fotos que vamos a poner y unas líneas escritas que van a hablar por nosotros. Ya, para la venta esas dos cosas son todo lo que hay.
¿Cómo reducir una imagen, relativamente acertada, de lo que uno es en tres fotos y tres líneas de texto? Nidea. Yo simplemente diría que es cuestión de espontaneidad, de feeling, de ser lo que uno es sin intentar aparentar ni reflejar lo que quisiéramos ser. Entiendo, no es fácil ser y ya, parte de lo que somos está puesto en lo que queremos ser o en cómo queremos que nos vean. Sí, me refiero al ego. Pues mi humilde opinión, de una equis en Tinder, es que seamos y punto porque al final cuando conozcamos a alguien personalmente no vamos a poder ocultar los lunares de la piel ni del alma.
He observado y reflexionado sobre la aplicación, las fotos que ponen los potenciales pretendientes, “los match” y luego las charlas (espontáneas y no) en el chat. Y cuando me decidí a hacer, junto con unas grandes amigas con las que he reflexionado sobre el tema, una lista de consejos mínimos –casi de sentido común- para que seamos más atractivos, me encontré con que existe un servicio para “tener éxito en Tinder”.
Así como lo oyen, una asesoría profesional para ligar mejor en Tinder. Se llama TinderUs y ofrece, por 50 dólares, ayuda de expertos en moda e imagen e incluso revisan y aprueban el pequeño texto que publicas en tu perfil. Además, aseguran que serás un éxito y que te lloverán las propuestas, en pocas palabras te “enseñan a coquetear”, así lo dicen, literal.
¿Qué les digo? Patético. Ya ni siquiera podemos ser nosotros mismos para presentarnos ante el mundo: hay quienes nos aconsejan vestirnos de una manera u otra, y decir una u otra cosa. Patético. Punto.
Para hacer esto más divertido y, simplemente, regalarle a los hombres (aunque puede aplicar para hombres y mujeres) unos tips para, al menos, no causar risa entre los o las usuarios que los buscan y pasan las fotos como eligiendo en un catálogo, acá les dejo 15 mini consejos para las fotos:
No es asesoría experta, pero pueden funcionar…
- Evita poner fotos con el árbol de navidad atrás. Los árboles de la navidad son feos, o la gente los hace feos, pero además no tienen nada que ver con ligar… Yo por ejemplo veo un Papa Noel y salgo corriendo.
- Las fotos con bebés y niños, tus hijos, mejor déjalas para otras ocasiones, a no ser que busques a alguien que te quiera por tus hijos.
- No veo necesario salir con la mamá en las fotos para ligar. Completamente fuera de contexto. Aconsejo esa foto en un portarretrato en tu casa.
- Sugiero que la primera foto de tu perfil no sea un desnudo, a no ser que seas escultural. Si estás guapo, puede ser la segunda, y de la cintura para arriba. Si estás gordo, yo me iría por un bonito suéter.
- Las fotos cortadas en las que se nota que salías con otra persona, quizás tu ex pareja, olvídalas. Y no las cortes que uno nunca sabe.
- Aconsejo que la primera foto no sea en grupo, nadie va a saber cuál del grupo eres, y luego si muestras una sólo, lo pones a uno en la tarea absurda de buscarte entre todo el equipo de futbol.
- Fotos de cuadros, esculturas, cosas abstractas o de tus perros, sin ti, no dicen mucho, al menos en la primera foto.
- Frente a iglesias o dentro de ellas, ni al caso.
- Esas fotos en las que sales lejísimos, como una hoja más del paisaje dan la impresión de que te quieres ocultar. Es como un “encuentra a Wally”.
- Esas fotos en las que apareces en un yate, coche deportivo o en un castillo, que seguramente no es tuyo, sobran. Para qué aparentar. Uno no es lo que tiene.
- Los godinez frente al logo de la empresa y con el gafete puesto… cero puntos.
- La foto de tu apuesto bisabuelo, en sepia, mejor lo dejas para los recuerdos de la familia. Es una táctica que no dice nada.
- En esos perfiles que tienen cuatro fotos que son la misma con diferentes grados de zoom, desaprovechas el espacio que tienes para mostrar más de ti.
- Tomarte las selfies en el baño es poco interesante. Las luces y colores de los baños no favorecen una fotografía. Por lo general, y por obvias razones, los baños no son acogedores…
- Cuando te tomas la selfie y te cortas la cara o toda la cabeza, a mí me queda la sensación de que algo escondes, o lo que es peor, que te escondes tú.
Pero lo menos aconsejable, digo yo, es que pongas lo que me encontré el otro día en uno de los perfiles: “Felizmente casado”…
Y al final, has lo que quieras, sé tú.