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El caso de la tiktoker ha llevado a estas redes sociales a endurecer sus políticas sobre los contenidos que sin publicados en la plataforma.
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La audacia de crear estos contenidos se debe en gran parte a la necesidad de generar ingresos a partir de estas plataformas.
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Crear acciones en redes sociales se ha vuelto una tarea cada vez más audaz en el mercado.
Una tiktoker ha terminado grabando su muerte y el incidente es un pésimo antecedente dentro de la plataforma, para generar contenidos virales que ayudan a estas personalidades a consolidarse en la industria.
El hecho es parte de una industria que crece a pasos agigantados y en donde se ha buscado establecer contenidos que sirvan para explotar la popularidades de las personalidades que los protagonizan.
La magnitud de esta industria ha llevado a plataformas como Youtube a pagar a sus creadores de contenidos 30 mil millones de dólares en los últimos tres años con motivo de ingresos publicitarios, merchandising, suscripciones.
Ante estas cifras, crear contenidos en redes se vuelve una opción para miles de creadores y con tal de consolidarse, la viralidad y los riesgo que conlleva son un riesgo que firman en su contrato en que ellos mismos se comprometen a romperla. La propia plataforma de redes sociales ha tomado decisiones como prohibir la publicación de contenidos como el reto de las cajas de leche (#milkcratechallenge).
El desafío consiste en pasar sobre cajas de leche apiladas sin caer en el intento, por lo que el riesgo se incrementa en el intento de los usuarios en su intento por lograrlo en un solo intento.
Un contenido mortal
La tiktoker turca Kubra Dogan se encontraba creando contenidos sobre la azotea de un edificio y el incidente terminó con su muerte tras caer 50 metros en su intento por capturar una selfie con el atardecer de fondo.
Dogan se encontraba sobre tejas cuando intentaba retratarse, sin embargo, el techo no soportó su peso, colapsando y ocasionándole la muerte tras su caída.
Los hechos acontecierons cuando la tiktoker se encontraba de visita con sus familiares por lo que aprovechó que se encontraba en un edificio de Estambul, Turquía, para crear contenidos para TikTok.
Uno de estos famosos contenidos que intentaban capturar, según el testimonio recogido por medios locales, era la popular “gonde hour” en que los últimos rayos que emana el Sol antes de ocultarse ayudan a crear un efecto muy agradable en las fotografías que aprovechan esto de iluminación.
#LNSVTV | La famosa tiktoker Kubra Dogan, de 23 años de edad, grabó el momento cuando cae de un techo de 50 metros de altura. Dicha caída le ocasionó la muerte. pic.twitter.com/S5gQR6A9u4
— La Noticia SV (@lanoticiasv) August 23, 2021
El riesgo de la viralidad
La viralidad es una métrica sumamente deseada en redes sociales, pues representa notoriedad, patrocinios y lo más importante, influencia en un mercado donde la interacción social es cada vez más seria.
El riesgo no es solo para estas personalidades, también para las marcas que arriesgan su reputación ante colaboraciones que en muchas ocasiones se salen de control, como ocurrió en México con un caso que llevó a la muerte de Odalis Santos, una influencers fitness que murió tras realizarse un tratamiento cosmético que promocionaría en una clínica en el estado de Jalisco, para promocionar al lugar.
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