Por Juan Cárdenas
Twitter: @Desautomatas
En 1929 un autor húngaro fue el primero en mencionar la “Teoría del Sexto Grado” (Six Degrees of Separation), después puesta a prueba por el sociólogo norteamericano Stanley Milgram en los 60 en un experimento que la hizo famosa, llevándola a ser popularizada en un libro y película por John Guare, y hasta un clásico juego incluyendo a Kevin Bacon.
La teoría dice básicamente que estamos separados (o interconectados) de cualquier otra persona en el mundo, por sólo seis otros conocidos. Amigos de amigos llámenle. Como en LinkedIn se nos muestran los contactos y cómo podemos llegar a ellos a través de otros conocidos en común. Si quieren conocer a alguien, entrar en contacto con él, no les tomará más de seis personas… o quizá menos.
Ahora, la Universita degli Studi di Milano en conjunto con Facebook, realizaron una investigación en la cual su muestra fueron 721 millones de usuarios activos de la red social más popular hoy en día, y entre otras cosas publicaron que la teoría de la separación del sexto grado había reducido a 4.74.
El estudio también encontró que el promedio del usuario es tener 190 amigos, así que si están por arriba de ello considérense por arriba del común (aunque ello no signifique gran cosa en Facebook y menos en México con tal cantidad de usuarios).
¿Esto implica que estamos cada vez más cerca unos de los otros? Por supuesto que no, así como la forma de contactarnos es ahora más versátil y rápida, la relación misma es menos personal que nunca y en muchos casos inexistente. Muchos de ustedes como a mí me ha pasado tendrán contactos con quienes se habrán escrito mails constantemente y hasta hablado por teléfono, sin nunca haberlos visto a la cara. No es algo raro hoy.
Pero sí implica mucho para la mercadotecnia y la publicidad: los mensajes más que nunca son susceptibles a homogeneizarse. Es decir cada vez más podremos depender de un solo mensaje. Quedará atrás la tropicalización, regionalización, etc. La tendencia nos llevará a la monotonía publicitaria.
Al decir que esto está cerca no soy ingenuo, quizá nunca llegue a verlo, pero es posible cuando antes no habría sucedido. Y es que hoy tendría sentido en una serie de países y comunidades que compartan preferencias culturales y de consumo. Lo cual sí ya es una realidad con eventos y fenómenos como Google, Hollywood, Coca Cola, el mismo Facebook.
Hoy en día tenemos ya campañas van dirigidas a nivel global, que si bien son segmentadas y reducidas significativamente de mercado en mercado, el avance de muchos factores puede llegar a favorecer muchos presupuestos.
Por otro lado esto es también atemorizante, pensar es una red social como Facebook la que pueda servir de herramienta para la “unión social” me deja intranquilo, sobre todo volviendo a nuestra realidad como la mexicana en donde la cantidad de usuarios es tanta, pero al mismo tiempo reservada según el nivel socioeconómico y territorio. Esto significa que estamos limitando todavía más de lo que de por sí ya están a la mayoría (no dejen pasar esto sin reflexionarlo: la mayoría) de nuestra población.
Por ello tanta queja, propuesta o difusión no prospera ni ve resultados al cerrar Facebook cuando su efectividad depende de la inclusión de todos los sectores sociales. Como sucedió por ejemplo con las pasadas elecciones; para muchos de nosotros quedó claro que el ahora presidente electo perdió en Facebook, pero ello no tuvo significativas consecuencias para el resto del país, esto también nos confirma porqué: ahora estamos más conectados, pero debemos preguntarnos con quién, y por quién.
Así como para la publicidad esto es un territorio de exploración, no se diga para la sociología, antropología y más áreas de estudio. Pueden bajar el estudio completo directamente de aquí, y será bueno empezar a escuchar ideas y comentarios alrededor de esto.