España.- En las últimas tres décadas el consumidor español ha pasado de hacer la compra en una tradicional tienda de ultramarinos (que, en el año 1985, representaba uno de cada tres puntos de venta) a adquirir los productos en supermercados e hipermercados. No en vano, de acuerdo a datos que maneja la consultora Nielsen, estos suponen el 45% de los establecimientos donde los clientes en España hacen sus compras.
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Y es que, en el país, 30 años han dado para mucho y el panorama de la distribución ha cambiado de manera notable. En este tiempo, las pequeñas tiendas de alimentación se han reducido en alrededor de 70.000 locales, mientras que los supermercados y grandes superficies han multiplicado por 10 su presencia.
En este sentido, si en 1985 en España había cerca de 93.000 tiendas tradicionales, en 2014 tan solo se contaban unas 20.000. Por su parte, en la década de los 80 existían aproximadamente 1.600 supermercados, mientras que el pasado año 2014 se contabilizaban más de 18.000.
Lo mismo ha sucedido con los hipermercados, unos espacios minoritarios en 1985 que apenas alcanzaban los 72 locales. En 2014, son más de 440 los existentes en España.
Además, de acuerdo a Nielsen, en las últimas tres décadas, los consumidores no solo han asistido a la transformación del establecimiento en relación a su tamaño y con un lineal con mayor variedad, sino que también ha cambiado la forma de adquirir los productos.
En este sentido, en 1985 el cliente acudía al comercio tradicional y era asesorado personalmente, pero hoy es el propio comprador quien se encarga no solo de llenar la cesta de su compra, sino que ya no demanda tanta atención del vendedor, ni siquiera en el momento de efectuar el pago, gracias a la implantación de las cajas autoservicio.