El uso de teléfonos inteligentes y dispositivos móviles no ha hecho más que crecer desde su irrupción en el mundo, pero el año pasado se rompieron todos los récords. 

De acuerdo con la firma de investigación de mercados de Yahoo, Flurry Insights, el uso de aplicaciones móviles creció un 58 por ciento en todas las categorías excepto las de juegos.

La categoría de apps con mayor crecimiento en su uso en 2015 fue la de Personalización, con un 332 por ciento, seguida de Noticias y Revistas con un 135 por ciento; utilidades, un 125 por ciento; Compras y Estilo de Vida un 81 por ciento; Viajes y Navegación un 54 por ciento y Deportes un 53 por ciento; Salud 52 por ciento; Mensajería y Redes sociales 51 por ciento y Música, medios y entretenimiento un 21 por ciento.

La firma, que monitorea 2.1 millones de dispositivos inteligentes alrededor del mundo de manera mensual, también señala con sorpresa que la mayoría del crecimiento registrado se debe a usuarios ya existentes y no, como podría pensarse, de usuarios nuevos.

Las apps de personalización incluyen una enorme gama de herramientas, desde fondos de pantalla a teclados emoji, de hecho son estos últimos los que constituyen la mayor parte del crecimiento de la categoría. Recordemos que la propia Kim Kardashian alcanzó el primer lugar en el ranking de la AppStore de Apple con su teclado de emojis “Kimoji”.

Flurry asegura que el crecimiento dramático en las categorías dedicadas a las noticias y el entretenimiento se debe en gran parte a las phablets, pues en este tipo de dispositivos el uso fue casi 5 veces mayor que en smartphones o tabletas, lo que indica que los usuarios de phablets tienen un porcentaje de uso de apps mucho mayor que el resto de los dispositivos.

Por último, y posiblemente como consecuencia de lo anterior, el tiempo que los usuarios pasan en sus dispositivos móviles también aumentó en 2015. Si bien en los últimos años el crecimiento ha sido de 117 por ciento, en el año que terminó éste fue de un impresionante 334 por ciento, por lo que no debe sorprendernos que los medios tradicionales estén librando una batalla nunca antes vista contra las aplicaciones para el entretenimiento digital.