Tesla es otra de las compañías más deseadas para trabajar por su filosofía de innovación, no obstante, al igual que otros CEOs fundadores, como Steve Jobs o Bill Gates, Elon Musk también goza de fama de ser un jefe impaciente, estricto y poco tolerante.
Recientemente, JPMorgan refirió que Tesla enfrenta un problema de sobredemanda de autos eléctricos de conducción autónoma, que los obligó a retrasar el lanzamiento de su camión, semi truck, aunado a que la compañía solo podrá entregar 15 mil unidades Model 3, de las 30 mil que tiene que entregar a finales de 2017.
Dicha situación hace pensar que la compañía está bajo presión, y las primeras consecuencias ya se comienzan a notar, debido a que su propio CEO aseguró que “despidió a 700 empleados porque no cumplían con los altos estándares de Tesla”.
De acuerdo con Tesla, no despidió “porque eran malos”, sino porque la compañía “necesita perfiles laborales que puedan responder a situaciones bajo estrés”. Los despidos son el 2 por ciento de los 33 mil empleados a nivel global.
Incluso Elon Musk se atrevió a señalar que la información revelada previamente sobre los despidos fueron hechos “sin contexto”, es decir, sin observaciones sobre problemas de rendimiento.
“Nuestros estándares son altos, no porque creemos en ser malos con las personas, ya que sin un alto rendimiento, moriríamos”, sentenció Musk.