Reino Unido.- Populares marcas de refrescos entre los niños como Ribena, Capri-Sun y Rubicon sufrieron la semana pasada un duro revés por parte de Tesco. Y es que la cadena británica de supermercados ha anunciado que a partir del próximo mes de septiembre iniciará su particular guerra contra los azúcares añadidos y, por ello, dejará de comercializar estas marcas.
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Pese al pánico inicial, tanto de las propias compañías de bebidas como de numerosos consumidores, a lo que Tesco se ha referido es que no venderá estas marcas en sus establecimientos en formatos para niños, pero podrán seguir encontrándose en las estanterías en packs y en botellas más grandes. Por lo tanto, esta medida solo afectará a los cartones de 150 ml y las botellas de 330 ml, según informa el diario irlandés The Journal.
No obstante, desde Tesco han explicado que continuarán comercializando las variedades “sin azúcares añadidos” como parte de su oferta para los niños.
Organizaciones como ‘Action on Sugar’ han aplaudido esta iniciativa y, tal y como recoge el periódico The Grocer, han mostrado su satisfacción por “estas buenas noticias por atajar seriamente el problema del azúcar en los refrescos”, animando a “otros supermercados a seguir el ejemplo de Tesco”.
“Tenemos un programa de reducción de azúcar y sal en curso que tiene como objetivo reducir el azúcar y la sal en los productos de nuestra marca, sobre todo en la categoría de bebidas para niños y estamos trabajando con nuestros proveedores para introducir una gama más amplia de bebidas sin azúcares añadidos”, ha apuntado un portavoz de Tesco y que recoge The Journal.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recordó a principios de año su recomendación de no consumir más de 25 gramos de azúcares al día, lo que supone un 5% del total de las calorías que se ingieren.
