La cadena británica de supermercados Tesco ya había demostrado su interés porque los consumidores se enamoraran de la marca con su estrategia “Prueba antes de comprar”.
Con ella la compañía permite a los clientes probar sus productos, excepto alcohol, para así promover su compra.
Ahora, implementarán medidas para hacer sentir a sus clientes que existe una cadena que apoya sus derechos, y es que es conocido por todos que los productos destinados a mujeres, con empaques en color rosa tienen mayor costo en comparación con los de los hombres.
The Times reveló el año pasado que las empresas cobran hasta dos veces más en productos idénticos para mujeres y hombres, cuando tenían un toque femenino, en comparación con los de los hombres.
La investigación detalló que la ropa, productos de belleza y juguetes tuvieron un alza en sus precios superior a la de niños y hombres, cuando eran similares y sólo cambiaba el color del empaque o contenido a rosa; aún más, reveló que dichos incrementos se veían en tiendas de Tesco y Amazon.
Por esto, Tesco anunció que reducirá sus precios en productos como rastrillos para chicas, tratando de hacerlos equivalentes a los de los hombres.
Un portavoz de la cadena de supermercados dijo a la BBC que “nos guiamos por lo que es correcto para nuestros clientes y por nuestro compromiso de ofrecer precios claros, competitivos y transparentes”.
Famosos como la conductora Ellen DeGeneres han combatido la tendencia, por ejemplo cuando la marca Bic lanzó una edición especial de plumas para mujeres, que se adapta a las manos de ellas; encabezó una campaña para concientizar sobre este tipo de productos que para ella son “ridículos”.
Sin embargo, las compañías adoptan esta tendencia debido a que tal como muestra el estudio “Women: The next emerging market”, de EY, las mujeres tienen una participación de 75 por ciento en el gasto discrecional a nivel mundial.
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