A mediados de marzo se declaro la pandemia originada por el COVID19. La mayor parte de las industrias se paralizaron, los hábitos del consumidor se fueron modificando al igual que su estilo de vida. De un día a otro nos encontramos en una crisis global.
Sin embargo, un estudio de Sra. Rushmore revela que el 80 por ciento de la población mundial vive bajo un “sesgo optimista”, en donde sin importar edad, raza o género, tenemos fé en que las cosas saldrán bien aunque el pronóstico general no sea así. Por lo que en ocasiones subestimamos la realidad, ante este contexto la agencia propone los siguientes cambios:
1.-No solo debemos ser optimistas, tendremos que ser más realistas y asumir riesgos
2.-Aprenderemos a operar bajo el imperativo de solidaridad
3.-Replantearemos las necesidades de producción para estar listos ante eventos futuros y no volver a sufrir el impacto de ser poco previsores.
De acuerdo con el estudio de Sra.Rushmore plantea 4 tendencias que determinan la evolución del consumo:
Importancia del pensamiento crítico: gracias al uso informativo que ofrece internet y su mayor explotación en estos tiempos, se instaurará la necesidad de entender grandes fenómenos y desarrollar el pensamiento crítico.
Énfasis en el wellbeing: se incrementará el uso de los datos para trackear y mejorar nuestra salud y bienestar físico-mental, pero esto podría llegar a usarse como elemento de división entre partes de la sociedad.
Capital social: aumentarán las redes de colaboración, el compromiso cívico y el trabajo voluntario. El apoyo en terceros de forma más desinteresada suscitará mayor confianza.
Presencia local con pertenencia global: el carácter local, el sentimiento de comunidad y la economía de proximidad mejorarán gracias a la tecnología y las personas tendrán una mayor sensación de ser ciudadanos del mundo.
Fuente:Sra.Rushmore