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El término minimalismo se refiere a reducir elementos que conforman una pieza o una obra, por ejemplo, en el campo de la publicidad.
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El minimalismo es perfectamente aplicable al campo de la creatividad y frecuentemente se muestra en diferentes ejemplos.
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El ahorro en materiales e insumos puede representar una reducción en inversión de espacios publicitarios.
Si bien es considerado más bien como una tendencia creativa involucrada con las artes, el minimalismo es perfectamente aplicable al campo de la creatividad y frecuentemente representa un elemento de conveniencia para el tratamiento y presentación de mensajes de promoción.
El término minimalismo se refiere a reducir elementos que conforman una pieza o una obra creativa con el objetivo de sintetizar su mensaje esencial y hacerlo más sencillo a la comprensión.
Desde luego, esta acción representa un concienzudo proceso de síntesis cognitiva que bien podría definir a una disciplina creativa íntimamente ligada con el marketing: el diseño. Relacionado con la creatividad visual pero también aplicable en aspectos como la generación de textos o la producción de guiones y hasta complejos planes de promoción.
En el terreno del marketing, pues, el minimalismo se trata de eliminar los elementos sobrantes para refinar un mensaje y que su impacto sea mayor. La palabra surge de una traducción transliteral del término inglés “minimalism”.
Del arte, el minimalismo saltó rápido para ser aplicado en la publicidad cuando este segundo terreno creativo comenzó a desarrollarse con mayor contundencia mediados del siglo XX.
El minimalismo surgió en Estados Unidos a comienzos de la década de 1960, cuando la publicidad ya se desarrollaba a pasos agigantados y proveyó de algunas ventajas, entre las cuales se pueden mencionar las siguientes
- Ahorro en materiales e insumos, que al recurrir a pocos elementos puede representar una reducción en inversión de espacios publicitarios.
- Síntesis y contundencia en los mensajes publicitarios, que al carecer de paja y elementos sobrantes, puede expresar con mayor éxito la esencia de de una marca.
- Ahorro de recursos para ñla producción de diferentes productos publicitarios, lo que supone beneficios palpables ára el medio ambiente.
- Mejor respuesta por parte de audiencias y consumidores, quienes son capaces de recordar de mejor manera un concreto mensaje minimalista.