Se vislumbra ya un nuevo año y también una nueva década, lo cual siempre implica cambios un poco más sustanciosos que los que cada 365 días -o 366, si hablamos de años bisiestos- se llevan a cabo.
En el terreno de la creatividad y el marketing un nuevo año también se relaciona con la llegada de nuevas tendencias. A menos de dos meses de que concluya el año se presentan a continuación algunas tendencias que en el mundo del packaging se verán cada vez con mayor contundencia.
- Packaging respetuoso con el medio ambiente. La generación de productos prevé ahora un respecto con el medio ambiente durante cada uno de sus procesos productivos y el embalaje, etiquetado y empaquetado es uno de ellos. Cada vez con mayor contundencia se hará realidad la eliminación de materiales plásticos y se integrarán elementos más amables con el entorno.
- El packaging se consolida como elemento de marketing. Para nadie ha sido un secreto que las marcas utilizan sus empaques como elementos distintivos para impulsar sus productos y colocarse en la memoria de los consumidores. Así, es fácil recordar las cajas verdes de la marca de joyería Tiffany & Co o los vasos de Starbucks. Este elemento distintivo para las marcas seguirá con fuerza en el futuro.
- Reducción de costos en materiales. Ante tiempos que se adivinan de crisis y de recesión las marcas tendrán que esforzarse en reducirs sus costos y el embalaje será uno de esos rubros. Esta posibilidad se verá beneficiada con la tendencia a reciclar, reutilizar y recurrir a materiales más amables con el ambiente y de bajo costo.
- Personalización. Gracias al avance del comercio electrónico, las marcas están en la posibilidad de desarrollar entregas personalizadas a sus consumidores, por lo que será más factible el uso de empaques que contengan el nombre del comprador o características más acordes a sus necesidades particulares.
- Más tamaños. Dentro de la misma personalización y adaptación a los productos que contienen, el packaging tenderá a ofrecer diferentes dimensiones que se adaptarán a las necesidades específicas de los clientes.
Así, los productos se adaptarán, cada vez con mayor contundencia, a los tiempos nuevos que corren y se envolverán en empaques, embalajes, cajas, envases y demás elementos de embalaje de una manera más inteligente en la que la protección de los productos seguirá siendo el objetivo primordial.