Por Camila González
Twitter: @camilaglz
Cada época construye fascinación con sus inventos y novedades que, para quienes han protagonizado cada tiempo, siempre habrán sido únicas. Y lo fueron sin duda alguna. En el caso de las “cajas mágicas”, sí, los televisores, no puedo más que evocar con perplejidad sus inicios como parte de las casas y la forma como poco a poco han tomado un lugar en la sala, la habitación y el estilo de vida de miles de millones.
La evolución tecnológica de los televisores hizo equipo con las diversas maneras en las que las marcas los anunciaron a través del tiempo, siempre para dejar la idea de que el nuevo superaba al anterior en algún aspecto. Vamos a ver tres mensajes, de épocas distintas, en los que la publicidad exalta las “súper cajas” sin las cuales una inmensa mayoría no se imagina ya la vida. Huellas de la Publicidad nos regala estos tres spots para que recordemos y observemos qué pretendían los creativos con sus recados…
La nitidez y perfección de la imagen enmarca este mensaje de Panasonic en 2009. Con apenas un sutil retrato de texturas y colores, casi un performance visual moderno muy minimalista, se deja más que clara la idea de nos muestran un producto que ya no es un simple aparato. De que más bien es un vehículo a la calidad visual y de audio. El mensaje: pureza. El medio: belleza.
Anunciante: Panasonic. Categoría: aparatos de televisión. Año: 2009.
Ponemos la máquina del tiempo hacia atrás y en 1998 Daewoo dibuja con su escena publicitaria una calidad de imagen que logra romper la línea entre la ficción y la realidad, y pone a interactuar, sin el mínimo conflicto, los dos niveles de escenario. Así es, invisibiliza el límite; la vida y la transmisión se hacen uno solo. El mensaje: identificación. El medio: la cotidianidad del futbol.
Anunciante: Daewoo. Categoría: aparatos de televisión. Año: 1998
Y con más manivela a la máquina del tiempo, llegamos a 1978, cuando los televisores tenían otro significado y otro peso social. Y sin duda otro especio en el imaginario colectivo, a tal punto que no podemos ya casi figurarlo. Admiral hablaba de un objeto de lujo, de un privilegio material en evolución, de una herramienta de conquista y persuasión, sí, claro, de un televisor. El mensaje: novedad. El medio: lo femenino.
Anunciante: Admiral. Categoría: aparatos de televisión. Año: 1978