La cultura woke, o cultura de la conciencia social, ha emergido como un llamado a la acción en la lucha contra la injusticia y la desigualdad social. “Woke” proviene del anglicismo wake, que significa “despertar”, woke es el tiempo pasado de “despertar”, que significa “despertó”. Sin embargo, el concepto es mucho más profundo y complejo que su significado literal. El uso de woke surge dentro de la comunidad negra en los Estados Unidos con la intención original de “estar alerta” ante la injusticia racial. La cultura woke se basa principalmente en el reconocimiento de los privilegios y en la toma de conciencia de las injusticias históricas y actuales. El objetivo es fomentar un diálogo abierto sobre temas difíciles y desafiar los sistemas y estructuras que perpetúan la desigualdad.
Si bien ha sido un movimiento que ha cautivado principalmente a la sociedad estadounidense, éste por supuesto ha generado un impacto significativo a nivel global. En México escuchamos poco el concepto “woke” pero los movimientos sociales y el activismo social han puesto temas complejos en el centro de la atención pública. Y todo lo que se convierte en una conversación social o al menos en redes, se enfrenta a una serie de críticas y desafíos. En el caso de la cultura woke las críticas principales provienen de considerar este un movimiento con bases hipócritas que promueven la censura y la cultura de la cancelación creando una intolerancia hacia opiniones divergentes. Esta falta de espacio para el debate abierto existe, pero te traigo un ejemplo contemporáneo que está sucediendo en tiempo real que fomenta el debate abierto. Este ejemplo es popular, local y sumamente inspirador: La participación de Wendy Guevara en uno de los realities más populares de la televisión mexicana llamado “La Casa de los Famosos”. Wendy ha roto con la romantización de la cultura woke y le da un nuevo significado.
Con cámaras 24/7, Wendy ha demostrado no sólo ser una influencer de redes sociales con gracia y popularidad, sino también se ha convertido en la paradoja de la diversidad e inclusión de los medios de comunicación. Ella misma lo ha dicho, Televisa cumplió la cuota de diversidad metiendo a una Influencer trans a la famosa “Casa de los Famosos”, sin embargo el verdadero activismo se ha desarrollado sin propósito o intención alguna. Wendy es una mujer trans mexicana que se formó dentro de una de las poblaciones más adolecidas y vulnerables de México, la comunidad trans. Desde un enfoque interseccional, no solo por una razón de género se vulnera su existencia, sino por la pobreza, los estereotipos sistémicos y el contexto sociocultural. Sin embargo Wendy, a diferencia de los activistas “woke”, no busca victimizarse pero sobre todo deja muy claro que no es y no quiere ser activista. Sin embargo su historia contada con sus propias palabras en real TV, hace el trabajo por sí solo de la visibilización que necesita la comunidad trans en México. Este es el activismo real, y es esta crudeza optimista lo que necesita la sociedad para despertar. Y es que a través de vivencias cotidianas en las que se desarrollan pláticas entre los roomies, Wendy da vida y color a un sinfín de anécdotas que desafían temas tabúes, estereotipos y prejuicios. Cuenta cómo su padre desde el machismo la rechazó y discriminó por años, y como él después “despertó” para no sólo aceptarla tal y como es, sino para contar como él mismo se deconstruyó y reconstruyó para quererla sin condición. También cuenta como la prostitución, como para una gran mayoría, se convirtió en su trampolín primario de superación. Wendy cuenta las travesías físicas que ha tenido que experimentar para vivir en un cuerpo que le da identidad, y también, todas las dificultades que ella sus amigas trans han tenido que superar.
Wendy escucha las voces de aquellos que han crecido en un sistema racista, clasista y discriminatorio sin elección propia. Escucha a sus compañeros desinformados e ignorantes con empatía y desmitifica desde su propia trinchera, opinión y experiencia sin intención de persuadir o agredir.
Esta estrella de internet, representa lo que el activismo “woke”debería ser. Wendy, desde tu burda autenticidad, es YouTuber, influencer y ahora, activista sin querer.