Telegram, uno de los pocos rivales de peso que tiene Whatsapp en el mundo occidental, afronta este viernes un problema de bloqueo. Es en Rusia, donde un tribunal ordenó cortar el acceso a la app de manera inmediata.
La decisión de la Justicia llega luego de que el organismo de control estatal de comunicaciones de Rusia (Roskomnadzor) presentara en marzo una demanda para limitar el acceso a la aplicación de mensajería luego de que la compañía se negara a dar acceso a los servicios de seguridad rusos a los mensajes secretos de sus usuarios.
Según la agencia estatal rusa TASS, en una breve audiencia de menos de media hora, el juez dictó sentencia. No había representantes de Telegram, ya que el creador de la app, el ruso exiliado Pável Dúrov, le había prohibido a sus abogados “legitimar con su presencia una franca farsa”.
Threats to block Telegram unless it gives up private data of its users won’t bear fruit. Telegram will stand for freedom and privacy.
— Pavel Durov (@durov) 20 de marzo de 2018
Según Telegram, el pedido estatal no podía cumplirse porque viola el secreto de la correspondencia. El Gobierno ruso, en tanto, argumentaba todo lo contrario.
“La legislación rusa obliga a los proveedores de servicios de mensajería a revelar, a petición de las autoridades, los datos para decodificar las comunicaciones de sus usuarios, además de almacenar sus mensajes”, dice El Mundo.
Hubo un antecedente, fue en octubre de 2017, cuando Telegram fue multada con 14.000 dólares por incumplir esta norma.
La disputa entre el Gobierno de Putin y Dúrov tiene una larga historia. En 2014, Dúrov se fue de Rusia luego de denunciar que los servicios de seguridad lo presionaron para que revelara información sobre grupos de la oposición que usaban la red social VKontakte, fundada por él en 2006.
En 2013, y luego de un intento similar, el cofundador de Telegram con su hermano, dijo que no compartiría datos o códigos con nadie, incluidos los gobiernos.
Antecedente
Los servicios de mensajería tienen frecuentemente problemas de este tipo con los gobiernos. En 2015, le sucedió algo similar a Whatsapp en Brasil. Fue por la decisión de un tribunal local que determinó la suspensión del servicio en todo el territorio. Duró 48 horas y uno de los grandes beneficiados fue, precisamente, Telegram, que vio cómo se incrementaron sus usuarios durante esos días.