- Incluir a los adultos mayores en los avances de la tecnología es clave para lograr una mejora integral de la sociedad.
- Los adultos mayores son muy valiosos y debemos asegurarnos de que no se queden atrás en el progreso tecnológico.
- En EE.UU., un estudio de los CDC dice que un tercio de los adultos mayores de 65 años no usan Internet y el 44 por ciento no utiliza PC.
A medida que la tecnología avanza y se complejiza, muchos adultos mayores se ven rezagados y aislados de la sociedad debido a su incapacidad para adaptarse al ritmo de cambio.
Si bien es importante reconocer el valor de la tecnología para mejorar nuestras vidas y hacerlas más simples, es igualmente clave reconocer el valor de los adultos mayores en la sociedad y cómo ellos también pueden beneficiarse de los avances.
El último informe sobre el tema de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos muestra precisamente que los adultos mayores están cada vez más aislados debido a la incapacidad de adaptarse a los cambios tecnológicos. Más aún, después de la pandemia.
El CDC descubrió que aproximadamente un tercio de los adultos de más de 65 años no usa Internet y el 44 por ciento no utiliza PC. Esta falta de acceso a la tecnología deja a muchos de los ancianos aislados e incapaces de mantenerse conectados con familiares, amigos y el mundo exterior.
Eso sucede en los Estados Unidos, pero los datos seguramente pueden extrapolarse a otros países del mundo. Incluso con resultados aún más graves.
Respuestas para los adultos mayores
En respuesta a este problema, hay organizaciones que están tomando medidas para cerrar la brecha digital al ofrecer programas y servicios para ayudar a los adultos mayores a sentirse más cómodos con la tecnología.
Un ejemplo es el programa TechConnect de la Fundación AARP, que ofrece en EE.UU tutoría técnica virtual gratuita, clases de computación y otros recursos para ayudar a los adultos a conectarse.
Otro ejemplo es el que llega desde España, donde dos jóvenes crearon un smartphone enfocado en adultos mayores.
Se trata de Jorge Terreu (24 años), un ingeniero informático que vive en Zaragoza y cuya abuela de 92 años lo inspiró a trabajar en un proyecto de telefonía automática.
La iniciativa se llama “Maximiliana”, como la abuela.
Un dato interesante del proyecto es que para la estrategia de redes sociales del proyecto, el emprendedor contrató a la abuela de su socio Pedro Malo Perisé. Así es, Conchita, de 82 años, se encarga de la promoción del producto en digital.
Terreu le dijo al medio argentino TN: “Viajé a Francia para completar mis estudios y me costaba mucho poder contactarme con mi abuela Maximiliana porque no sabía hacer videollamadas, tocaba teclas de más y se cortaba. Entonces pensé que la tecnología podía ser una aliada. Creé un prototipo y le regalé el teléfono. Todo cambió y entendimos que más allá de la experiencia personal, son muchas las personas mayores que viven solas y necesitan garantizar la comunicación”.
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