En “La Física del Futuro” , Michio Kaku asegura que “…la ciencia es un arma de doble filo, resuelve problemas, pero crea otros tantos…”. La pandemia, ha llevado a algunos gobiernos a utilizar sistemas de vigilancia muy desarrollados; que incluyen cámaras térmicas, reconocimiento facial y poderosos algoritmos, con la “aparente” finalidad de hacer un seguimiento de contactos eficiente; evitar contagios y de esta manera prevenir la saturación de los sistemas de salud, tal es el caso de China. ¿Pero que sucedería si estos sistemas se utilizan para vigilarnos constantemente, tener información de nuestros movimientos, lugares que visitamos, personas que contactamos, filiación política, gustos, domicilio, bancos, entre otros. ¿Hacia donde nos llevaría la implementación de un sistema como este, donde los gobiernos sean dueños de toda nuestra información y donde la palabra “privacidad” deje de existir?
Al inicio de la pandemia por Sars-Cov-2, el futurólogo Yuval Noah Harari decía que las decisiones que tomaran los gobiernos, no solamente definirían el futuro de los sistemas de salud, sino también el futuro de la economía, la política y la cultura. El historiador de origen israelí señalaba, que ante esta crisis, el mundo se debatía entre dos opciones fundamentales: la vigilancia totalitaria o el empoderamiento de los ciudadanos.
Ante el nuevo cierre por la crisis sanitaria por Covid-19 en México, el cierre de Reino Unido y algunos países de la Unión Europea,a casi un año del inicio de la pandemia;muchos se estarán preguntando:-“ ¿cómo es posible que el rover “Perseverance” estará llegando a Marte en febrero de 2021, (el primer paso para que llegue una misión tripulada muy pronto al planeta rojo); que hayan desarrollado más de una vacuna en menos de un año, que el turismo espacial sea posible muy pronto y que aún no contemos con un sistema de seguimiento de contactos y de aislamiento selectivo eficiente, que permita protegernos de posibles contagios ante una pandemia; sin tener que recurrir al cierre de economías enteras, ni a un sistema de vigilancia que vulnere nuestros derechos como ciudadanos?”.
TECNOLOGÍA DE MONITOREO ACTUAL.
Imagina que te sometes a una procedimiento donde te instalan un chip, a través del cual,los médicos de tu hospital más cercano pueden monitorear tu estado de salud. Pero además, considera que sufriste un infarto y eres población de riesgo, los galenos a través de un sistema avanzado, pueden monitorear las variables involucradas horas antes de que sufras un nuevo ataque, con lo cual, se comunican contigo para suministrarte nueva dosis de un medicamento o envían inmediatamente a una ambulancia hasta tu hogar. Esta tecnología de monitoreo cardiaco,existe desde 2015 y se ha perfeccionado hasta dejar atónitos a los mismos especialistas en la materia. El futuro sin duda ya nos alcanzó y estaríamos a sólo un chip de distancia, del sistema más eficiente de salud que hayamos podido imaginar jamás. Un sistema de monitoreo donde a través de un chip, se puede recabar información de tus niveles en sangre de cualquier sustancia, incluso de formación de proteínas; y determinar así, el desarrollo de posibles enfermedades como la diabetes o el cáncer, antes de que ocurran, previniéndonos de inmediato, para corregir hábitos que cuestan millones al sistema de salud actual.
TECNOLOGÍA DE VIGILANCIA Y SEGUIMIENTO ADOPTADA POR ALGUNOS PAÍSES.
La erradicación de la viruela no se logró por la inmunización universal, sino por el sistema de seguimiento de contactos exhaustivo de aquellos que habían sido infectados. Sin embargo, en el caso de la transmisión y crecimiento de contagios por Covid- 19, la infraestructura de seguimiento de contactos en el mundo, se ha saturado a un nivel tal,que ha derivado en que los países recurran a soluciones tecnológicas avanzada, para ampliar la ya existente.
El seguimiento de contactos se considera invasivo y en el caso del desarrollo tecnológico, puede repercutir en la pérdida de privacidad. La vigilancia masiva utiliza cámaras, brazaletes, sistemas de geolocalización, información adquirida de teléfonos celulares. El nivel que podría alcanzar esta tecnología no es permitido, por ejemplo, en países como los Estados Unidos.
El sistema de seguimiento de contactos centralizado obligatorio, es utilizado por Corea del Sur, Israel y China. En este se utilizan códigos QR cada vez que se requiereel acceso a un lugar, tal como se comenzó a exigir hace algunos días en la CDMX; en estos países las personas tienen que necesariamente escanear un código QR para acceder a áreas públicas. Los ciudadanos pueden obtener un código, luego de suministrar información personal e historial de síntomas por Covid–19 y nivel de exposición.
Si un individuo resulta infectado, oficiales utilizan sistemas de geolocalización y evalúan lugares que visitó y las personas que podrían estar expuestas. En el sistema de localización se utilizan cámaras, reconocimiento facial, torres de comunicación móvil, entre otros. De acuerdo a la probabilidad de infección del usuario, dado por lugares frecuentados y nivel de exposición, se le asigna un color específico: verde, amarillo y rojo. Los usuarios que tienen color verde se les permite viajar, los usuarios en amarillo no pueden viajar y los que tienen color rojo se les obliga a cumplir cuarentena.
En el caso de Francia, Singapur, Nueva Zelanda, Alemania, Irlanda, Reino Unido, Canadá, Dinamarca y Suiza, por ejemplo, utilizan aplicaciones que son de carácter voluntario. Aún así, estas aplicaciones, que tienen como objetivo el seguimiento centralizado o descentralizado de contactos, utilizan métodos que varían en niveles de privacidad.
EL FUTURO INMEDIATO Y LA DICTADURA GLOBAL.
Si pensamos en nuestra salud quizá podríamos estar de acuerdo con la premisa maquiavélica:- “el fin justifica los medios”; sin embargo, cuando nos trasladamos al momento posterior a la amenaza, se vislumbra un futuro inmediato aterrador;probablemente de control absoluto de lainformación de los ciudadanos por parte del gobierno, que podría ser utilizado en nuestra contra. No es difícil imaginar a los Uigures tratando de escapar a la tiranía de Xi Jinping, cuando en una aplicación ellos y su familia han suministrado toda la información necesaria para lograr su identificación y localización; tampoco es difícil imaginar a regímenes autoritarios en Sudamérica, cómo es el caso de Venezuela, donde de inmediato el gobierno a través de estos sistemas, sabría la localización de sus más acérrimos opositores y de sus familias, carnada perfecta para lograr la coerción de aquellos que necesita subyugar desesperadamente. Sondudas inquietantes, que nos llevan también a cuestionarnos ¿cómo garantizar nuestra salud ante una pandemia, sin tener que recurrir al cierre de economías enteras, ni a un sistema de vigilancia que vulnere nuestros derechos como ciudadanos.
