Con la velocidad en que las empresas e industrias implementan avances tecnológicos en sus estrategias comerciales, se ha perdido la perspectiva sobre su significado como una expresión de la creatividad humana. Hoy se asocia a lo digital con todo lo nuevo, aunque no forme parte de la práctica en que se le puede dar usabilidad.
Internet, redes sociales, plataformas de interacción, conexión en múltiples dispositivos, etc., son parte de lo que hoy se conoce como tecnología, aunque realmente el término tiene vínculo con la relación humana, propio de la naturaleza en la que se busque modificar algo para sacarle una especie de provecho práctico. Es decir, funciona como materia prima y como producto final de un proceso creativo.
De esta forma se puede trasladar a las industrias creativas, desde la música hasta en el sector de la moda. Por ejemplo, a través de la inteligencia artificial, se pueden generar nuevas experiencias en los usuarios, situación que cada vez más es buscada por las acciones de mercadotecnia de muchas empresas.
De acuerdo con Deloitte, 62 por ciento de compañías tratarán de ofrecer un experiencia al consumidor en este año como su principal elemento diferenciador. Al respecto, según la consultora Gartner, más del 50 por ciento de organizaciones encaminarán sus inversiones en innovaciones para la experiencia del usuario.
Y la situación puede comprobarse por la aplicación de la tecnología. Situaciones como la realidad virtual, que permite crear espacios abiertos en un espacio por medio de lo digital, se le permite al público y a los estrategas creativos una nueva posibilidad de controlar sus experiencias por medio de la aplicación de la creatividad. Por su parte, también se puede reflejar de manera negativa, donde el blockchain resalta como una tecnología que va a impactar cualquier tipo de negocio donde haya un intermediario.
Aunque el objetivo es darle un giro y adaptarlo a la industria en la que se desarrolla una empresa, la forma en la que se usan para sacarles el mejor provecho y permitir a diferentes empresas en motores de desarrollo, es la principal ventaja. De esta manera, las industrias creativas tienen una nueva posibilidad que le permitirá una relación más directa entre los creativos y sus clientes.