La situación económica actual ha desatado un análisis introspectivo entre los consumidores mexicanos, pues la “cuesta de enero” que se espera para 2023 ya no sólo derivará de las compras anuales que se realizan cada fin de año, sino del entorno inflacionario que coexista con los grandes eventos publicitarios que, atípicamente, buscarán posicionarse dentro de las necesidades y gustos de los compradores digitales.
Y es que, pese a que la tendencia es y seguirá siendo buscar productos al mejor precio sin comprometer la calidad, la experiencia o el servicio, el que se lleve a cabo el Mundial de Fútbol justo en sincronía con la temporada de ofertas más grande (Buen Fin, Cyber Monday, Black Friday y Navidad) hará que los compradores sean más precavidos en sus decisiones e, incluso, que se anticipen a segmentar sus presupuestos para poder cumplir con sus necesidades básicas y aprovechar los descuentos de las marcas sin sacrificar su placer por participar en la tendencia futbolera…
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