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Buena parte de la población en México no tiene una noción básica de finanzas personales
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Lo anterior se debe, en gran parte, a que no hay una educación formal básica que ayude a la gestión del dinero
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Pero también responde a que hay una relativamente baja penetración de servicios bancarios entre la población general
La economía de México, y del mundo realmente, no está en su mejor momento. Mucha gente se ha tenido que dedicar al autoempleo. Si bien van mejorando las expectativas a futuro para la economía de la región, todavía se tienen contemplados avances mínimos comparados con el resto del planeta. Y muchos agentes todavía esperan que halla nuevos confinamientos que afecten al mercado. En ese contexto, las finanzas personales son más importantes que nunca.
Pero, irónicamente, las personas en México nunca han sido muy hábiles para usar al máximo su dinero. De acuerdo con El Economista, desde hace años que la mayoría de la población en el país no cuenta con una educación formal en finanzas personales. En otras palabras, la gran mayoría de los adultos, aunque dependen de un sueldo para sobrevivir, no saben como darle un mejor uso. En este sentido, la plataforma Doopla apunta que hay seis sugerencias a seguir:
Tener una cuenta para gestionar tus finanzas personales
De inicio, lo primero que debe hacer la gente es tener al menos una tarjeta de débito desde donde pueda manejar su dinero. No solo es mucho más seguro que estar usando efectivo. Es también el punto de partida para desbloquear muchas otras oportunidades financieras en el largo plazo. A eso se debe sumar que también permite hacer uso de muchos servicios que no son tan sencillos de utilizar cuando solamente se tiene acceso a los billetes y las monedas.
“Pagarse” a sí mismo cada quincena
Una vez que se reciba el dinero, una buena práctica de finanzas personales es “pagarse a sí mismo”. Es decir, destinar una fracción del sueldo para el disfrute personal libre, y otro para pagar cuentas, deudas, servicios, renta y otros elementos necesarios. Lo anterior no solo es crucial para que la gente jamás llegue justa al final del mes. También da una idea clara de cuánto se puede disponer para entretenimiento, recreación y lujos durante los próximos días.
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Crear un presupuesto mensual para tus finanzas personales
Para saber exactamente cuánto dinero se puede destinar a uno mismo, es crucial que la gente sepa qué debe de pagar mes con mes. Para eso, tiene que sentarse a hacer cuentas para ver qué se compra y qué gastos son necesarios. Renta, servicios, alimentos y similares son cosas esenciales para sobrevivir. Ni siquiera en el peor de los casos se podría recortar este tipo de inversiones, así que se tiene que tener muy en claro cuál es el costo de vida regular.
Disponer de un fondo de emergencias
También es recomendable que una parte del dinero, fuera de los gastos necesarios, se guarde para elementos inesperados. Por ejemplo, algún incidente médico o para reparar algo en la casa o el auto. Esto es crucial para tener finanzas personales sanas porque ayuda a que la gente no esté desamparada en caso de un incidente salido de la nada. Y más importante aún, que no haya muchos préstamos que, tarde o temprano, quiebren la estabilidad económica.
Eliminar gastos innecesarios de tus finanzas personales
Si la quincena se queda corta, o bien hay muy poco dinero para gastos personales y de lujo, la gente podría considerar hacer recortes a su estilo de vida. Lo primero sería identificar qué tipo de cosas no son necesarias. Por ejemplo, suscripciones a servicios de streaming, o bien bajar la calidad de algunos productos. El uso de taxi, cuando se puede tomar el transporte público, es también uno de los gastos más comunes que pueden drenar mucho dinero cada mes.
Invierte si tienes la oportunidad
Con algo de suerte, las personas podrán tener un poco de dinero sobrante una vez que se hayan puesto sus finanzas personales en orden. Estos recursos no sirven de mucho si se encuentran paralizados. En este sentido, es recomendable invertirlos en una actividad productiva. Por ejemplo, el mercado de valores. Solo se debe recomendar que jamás hay que destinar a estas actividades dinero que se necesita, pues los rendimientos no son asegurados.