• Hay que agradecer todas las oportunidades que llegan a nuestra vida.

• La primera persona que deberá enterarse de tu decisión es tu jefa o jefe directo.

• Termina tus pendientes y deja el trabajo limpio y finalizado.

Tarde o temprano es momento de irse. Sea por la razón que sea, todos hemos tenido que dejar algún puesto de trabajo en busca de mejores horizontes. Posiblemente nos vamos de empresas a las que les dedicamos largos años de nuestra vida, o bien sólo algunos meses, pero, en cualquier caso, necesitas actuar con tacto. No es benéfico para nadie irte de un lugar en malas condiciones. Por un lado, en tus próximas oportunidades podrían pedir referencias o bien alguna carta de recomendación te puede ser de mucha ayuda. En general, mantener contactos profesionales es bueno y si tuviste un buen desempeño en tu empresa, tal vez ya sólo basta con hacer una despedida adecuada. Con estos consejos para renunciar a tu trabajo te aseguramos que todo saldrá bien.

Existen oportunidades de crecimiento que no se pueden dejar ir y a veces no son en el mismo lugar en donde estás. De hecho, tampoco es malo que una relación laboral simplemente no haya funcionado como ninguna de las dos partes lo esperaba. Es normal, por eso se suelen dar algunos periodos de prueba en algunas empresas, para ver cómo se desarrolla el puesto antes de formalizarlo más. Pasado un rato, ambas partes se darán cuenta si la relación puede seguir o si es mejor decir adiós. En cualquier caso, toda decisión personal es comprensible. Sucede también con las relaciones interpersonales, existen personas de las que nos tenemos que despedir, pero podemos hacerlo por las buenas o por las malas.

Sé honesto

Primero que nada, las personas que te dieron una oportunidad de desarrollar tus habilidades, merecen tu sinceridad. Incluso aunque no hayan sido los mejores jefes, es bueno tener en cuenta los modales por delante y estos incluyen exponer tus razones claramente, tal vez por medio de una carta de renuncia para dejarlas por escrito.

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Reunión cara a cara

Si bien es bueno que entregues una carta de renuncia, eso no significa que debes olvidar las reuniones de frente. La primera persona que deberá enterarse de tu decisión es tu jefa o jefe directo. No por mensaje, no por llamada, sino cara a cara. Habla con claridad y sin dar muchos rodeos.

Sigue tu jornada

Una vez tomada la decisión, no deberías simplemente salir huyendo. De ser posible, termina tus pendientes y deja el trabajo limpio y finalizado. Si todavía tienes unos días o semanas, trata de que sea lo más armónico posible y no dejes cabos sueltos. Esto hablará muy bien de ti.

Muéstrate agradecido

Hay que agradecer todas las oportunidades que llegan a nuestra vida, aunque no parezcan del todo buenas. Todas sirven, como mínimo, de gran aprendizaje y en el futuro lograrás valorarlas. Así que agradece a tus jefes y compañeros por el tiempo en que estuvieron juntos.

Prepara el terreno

Otro acto digno de una persona muy profesional, está en capacitar a tu reemplazo o dejarle un documento con información importante para el puesto que dejas libre. Una nueva persona llegará y te agradecerá mucho si le dejas las cosas en orden y le facilitas su onboarding.