En tiempos de la pandemia de COVID-19, es importante aprender a “venderte”. Es decir, el arte de convencer a otros de que tú tienes las habilidades adecuadas para cierto trabajo. El desempleo es uno de los principales malestares del 2020. Muchas empresas y proyectos se vieron en una encrucijada al ver que las personas ya tenían prohibido salir de sus casas. En algunos casos, como los restaurantes o los cines, se tuvo que cerrar por varios meses, lo que trajo consecuencias irreversibles. La demanda por un puesto de trabajo ha crecido y ahora la competencia es más dura, así que tú debes aprender a sobresalir, que tu currículum sea tomado en cuenta y que resalte como algo importante. Es por ello que podemos aprender a vernos como un “producto” que las mejores empresas deben tener.
Durante el primer semestre de 2020, América Latina tuvo una tasa de desempleo de 11.4%, de acuerdo con el informe “Panorama Laboral en tiempos de la COVID-19: Impactos en el mercado de trabajo y los ingresos de América Latina y el Caribe”, realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), para cuando terminé el año, habrá un 13.5% de desempleo en esta región del mundo. Es decir, 44.1 millones de personas no tendrán trabajo para el 31 de diciembre. Es panorama parece muy complicado y pesimista, sin embargo, no debes dejar que caigan tus ánimos, pues un punto muy importante para convencer a otros es estar muy seguro de ti mismo. En otras palabras, a quien debes convencer primero es a ti mismo, así que no te desanimes ni te rindas.
Identifícate y conócete
Si tú eres un “producto”, ¿qué viene en el empaque? ¿Por qué le interesara a los “consumidores”, en este caso, las empresas, tenerte. El autoconocimiento es el primer paso y el más importante de todos para construir tu autoestima y discurso.
¿Por qué eres mejor?
Recuerda que las empresas deben estar convencidas de que eres tú el elegido y no los demás. Tú quien sobresale, tú quien tiene las habilidades que necesitan y quien puede hacer mejor el trabajo. Al momento de construir lo que vas a decir, debes entender qué es eso que nadie más que tú tiene
La técnica de dos minutos
En esta parte ya hablamos del discurso, es decir, lo que vas a decir para convencer. Se dice que no debe sobrepasar los dos minutos, este es el tiempo que tienes para dejar una buena impresión. Primero debes decir tu nombre, luego tu profesión o una palabra clave que te describa bien. Destaca tu trayectoria brevemente, no olvides tus fortalezas y, finalmente, los beneficios que ofreces.
Promociónate
Para poder llegar a dar tu discurso, no te puedes quedar esperando que llegue solo un posible escucha. Tú debes salir a buscarlo, darte promoción. Mantente activo en LinkedIn, actualiza tus redes y reparte tu currículum y tarjetas de presentación. Es decir, haz buen networking.
Tus valores
Algo que debes tener muy presente para decir quién eres y lo que vales, es tener claro en lo que crees y lo que buscas. Estos dos aspectos forman lo que podríamos llamar como tu escala de valores, que debes entender tanto tú mismo, como los otros.