Historia de valor y liderazgo, digna de reflexionar en la compleja diversidad de este Milenio
Hace unos días tuve la oportunidad de ver la película “Alfa”; historia que se desarrolla hace más de 20,000 años, en el Paleolítico superior europeo, en ella hace presencia una tribu de ese período, y el líder de dicha tribu, quien es padre de un joven llamado Keda, al que pretende formar como hombre, líder, guerrero y cazador.
El padre tiene ciertos desplantes de dominación hacia su joven hijo, a quien forzadamente lleva a una primera expedición, y en dónde, el resultado de su intervención en la cacería de bisontes es embestido y desplomado hacia un acantilado, quedando inconsciente, lugar de dónde no puede ser salvado por los integrantes de la tribu y principalmente por el desesperado padre; finalmente lo deja en el acantilado tras haberlo dado por muerto.
El joven Keda recobra el sentido, se encuentra solo y débil, teniendo que enfrentarse a inhóspitos terrenos, terribles condiciones ocasionadas por la última glaciación además de todo tipo de peligros. Aunque no estará solo, dado que en su camino se cruzará con una manada de lobos, de quienes se tiene que resguardar en lo alto de un árbol, en el que desde ahí se defiende, hiriendo a uno de los lobos que resulta ser un alfa en la manada; esta bestia remata la historia en la película con un final sorprendente mismo que comentaremos en la conclusión de esta crónica.
Los lobos lo acosan durante varias horas, y después se marchan, abandonando al compañero herido a merced de su suerte y de Keda, quien baja del árbol, y que por sus sentimientos de protección a la vida, no pretende matarlo; por el contrario, lo protege en una caverna, le amarra el hocico y comienza a curarlo.
En esta epopeya de supervivencia, los dos, el joven y el lobo, seriamente lastimados, aprenden a convivir y ayudarse para sobrevivir en la naturaleza, buscando encontrar juntos el camino a casa; enfrentan el letal invierno, no sin antes, tener entre ambos (joven y animal) una lucha por el poder, de la cual sale vencedor el joven, quién toma el rol de Alfa durante todo el camino, y la bestia adopta, con nobleza, un rol Beta, de seguidor, dando apoyo y protección.
• Persona Alfa. Son personas que atraen a otros de manera natural, irradian confianza y seguridad. El simple hecho de estar cerca de alguien Alfa nos hace sentir tranquilos y seguros; saben lo que quieren y de hecho hacen lo que tienen que hacer para conseguirlo
• Persona Beta. Es el tipo de persona que sigue a otros porque simplemente es más sencillo hacer eso que desarrollar las habilidades que se requieren para alcanzar la vida que apetecen.
En todo el trayecto hasta llegar a la tribu, en la mente del joven Keda, anidan las palabras que el padre, le había enunciado antes de partir a la cacería, las cuales están relacionadas con el liderazgo.
“Mi padre me dijo, que nadie te asegura la supervivencia; y cuando no hay más lideres a quienes seguir, debes convertirte en uno y eso significa ser Alfa”
El joven Keda y la bestia adquieren un gran aprendizaje
Es una historia llevada al cine, con el título de Alfa con una gran producción, en la que nos encontramos con acciones que reafirman las características de un joven no mayor de 18 años (que en este siglo XXI, bien podría ser un millennial), cuya fortaleza reside en su gran sensibilidad por la vida, y en algunas habilidades como la elaboración de puntas de lanza, que en el épico relato le son significativas para superar el reto de la travesía y la desconfianza que en él reside, al no sentirse competente ante su padre para desempeñar con éxito el arte de la cacería y el de ser líder un líder Alfa.
El significado de ser Alfa
En el libro Un mundo feliz de Aldous Huxley, los individuos Alfa son la casta superior, por lo que realizan los trabajos que requieren de más inteligencia. El término “Alfa” se utiliza como adjetivo para indicar el primero o la ocurrencia más significante, como la hembra o el macho Alfa, la estrella Alfa de una constelación. Aquí relataremos 5 aprendizajes del liderazgo Alfa, que logramos capturar de la película.
1. Efecto Pigmalión en la formación de líderes. Este efecto se refiere a la potencial influencia de la creencia que tiene una persona, acerca de otra; en esta historia las enseñanzas del padre y la confianza en su hijo provocan que este último reaccione, salga adelante y con vida en esta odisea. El efecto debe su nombre al mito griego de Pigmalión, un escultor que se enamoró de una estatua que había tallado y, al final, ésta acabó cobrando vida.
2. Aprender en situaciones adversas. Esta historia imaginaria, exalta el aprendizaje que todos conseguimos al enfrentarnos a retos insospechados, ya sea como padres, lideres o jóvenes en desarrollo, máxime cuando los desafíos son en soledad física y anímica.
Si hay algo que caracteriza al ser humano, es su capacidad de adaptarse al entorno: es un mamífero omnívoro que puebla casi cada región del planeta y ha tenido a su alcance la posibilidad de domesticar a otras especies salvajes para aprovecharse de ellas en una relación casi simbiótica.
3. Liderazgo en situaciones apremiantes. La aventura fílmica enaltece el liderazgo como una característica de los seres vivos, animales salvajes o no y de los seres humanos; aquí vemos dos especies, ser humano, y animal salvaje, condenadas a entenderse; tomando por talento el primero, el rol de líder Alfa
4. Relación social entre seres vivos. La historia nos presenta el comportamiento social de dos seres vivos, enfilados forzadamente en un drama cánido-humano a ser animales sociales. Disfrutamos aquí en el filme de un punto de unión entre un ser humano y un cánido que ha llegado a conquistar la expresión de “el mejor amigo del hombre”, esto en su lado más salvaje de la especie, que es el ser un lobo.
Los seres vivos por naturaleza son animales sociales; el ser humano (hombre y mujer) a diferencia de los animales posee la capacidad de relacionarse políticamente, es decir, crear sociedades y organizar la vida en ciudades. Es una cualidad de la cual el ser humano está obligado a lograr mayor ventaja.
5. Ser Alfa es una capacidad reservada a seres vivos sorprendentes. Tanto el hombre como la mujer, así como el macho y la hembra en los animales, logran ser alfas, cuando ambos cumplen este rol, se habla de parejas alfa.
Una fémina Alfa es una mujer dominante en un grupo, es fuerte, segura y trabaja intensamente por lo que acostumbra estar ocupada. Suele ser ingeniosa, es eficaz y movida. Creemos firmemente que siempre será estimable contar con mujeres seguras y con ambición.
Los valores que nos aporta esta historia
Son valores efectivos de aprendizaje del liderazgo Alfa, máxime cuando tu adversario se convierte en aliado y juntos logran superar retos supuestamente infranqueables. Valores como:
• El respeto a la naturaleza
• El fortalecimiento de la autoestima
• La cooperación entre dos especies
Y el comportamiento o respuesta entre géneros, ya que la escena final nos revela que el animal salvaje que acompaña al joven Kena, sin abandonarlo en momentos críticos, es una hembra, es una loba preñada, que realiza con valentía todo el recorrido de esta hazaña, entregando al final de la historia, para asombro y admiración de Kena y de nosotros los espectadores, varios lobeznos, escribiendo una historia de valor de género digna de reflexionar en la complejidad de este Milenio.